El 19 de octubre, el Gobierno británico envió una carta al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk para solicitar un nuevo aplazamiento de la fecha de salida del Reino Unido de la Unión Europea. Se vio obligado a hacerlo después de que los parlamentarios británicos se negaron a votar el nuevo acuerdo firmado el 17 de octubre con la UE-27, y adoptaron una enmienda que pospone la aprobación del Parlamento hasta que se haya adaptado toda la legislación necesaria para desarrollar el acuerdo.
El primer ministro Boris Johnson ha agregado una carta explicando que el aplazamiento no corresponde a sus deseos. La UE-27 debe votar sobre la solicitud en los próximos días. Johnson no tiene mayoría en la Cámara de los Comunes, y las elecciones generales son inminentes. Johnson ha manifestado que preferiría "morir en una zanja" que romper su promesa de "llevar a cabo el Brexit el 31 de octubre".