Noticias El cambio climático en el sur de Europa | Algarve y Andalucia
Campos de aguacates en Algarve (Portugal) | Foto: Davide Mancini.

Aguacates hasta la última gota

Los aguacates europeos ejercen un impacto medioambiental menor que los importados de otros continentes. Sin embargo, el estado de los recursos hídricos en Portugal y España es una fuente de preocupación tanto para los habitantes como para los investigadores. Este es el primer artículo de una serie sobre las repercusiones del cambio climático, una temática escogida por los miembros de Voxeurop.

Publicado en 27 mayo 2021 a las 16:59
Campos de aguacates en Algarve (Portugal) | Foto: Davide Mancini.

Hasta 2017, la casa de Susana (su nombre ha sido cambiado a petición suya) estaba rodeada de alcornoques, algarrobos y viñedos abandonados. En cuestión de meses, hileras de pequeños brotes en un suelo rojo y áspero sustituyeron el paisaje a su alrededor. Hoy, cuatro años después, los árboles de aguacate miden unos tres o cuatro metros y la primera cosecha está a punto de dar esta fruta tan de moda, que en Instagram se ve tan sana como fotogénica.

Tradicionalmente, en la zona rural alrededor de Lagos, situada en la región portuguesa del Algarve, se cultivaban cítricos como naranjas y limones, almendras y vides, plantas que crecen bien en el clima seco que caracterizaba la región. No obstante, en los últimos años, el aumento de la demanda de aguacates significó que muchas empresas invirtieran en esta fruta y dejasen de lado los productos habituales. En 2019, a unos kilómetros de la casa de Susana, Frutineves, una empresa local, plantó unas 120 hectáreas de aguacates, y esta vez Susana y otros habitantes decidieron pasar a la acción. 

 Mientras que la empresa empezaba a preparar la tierra para sembrar los aguacates, muchos vwecinos presenciaron una alteración irrespetuosa del paisaje y la vegetación local. Susana y otros residentes también notaron que el nivel de agua de sus depósitos privados era mucho menor durante la temporada seca de verano en comparación con años anteriores.

La correlación entre un nivel menor en los depósitos de agua y los aguacates no estaba clara, pues se trata de una de las zonas más áridas de Europa. De hecho, allí las sequías estacionales cada año duran más, y los pozos constituyen a menudo la fuente principal de agua para la agricultura, la jardinería privada, y en algunos casos, el agua corriente. Aunque es obligatorio por ley, la empresa no realizó ningún estudio medioambiental antes de empezar las obras, así que Susana y otros ocho vecinos decidieron crear la asociación Regenerarte y demandar a la empresa. Las autoridades locales pararon oficialmente las obras, pero la empresa siguió ampliando la plantación.                 

El estudio de impacto medioambiental se hizo público en noviembre de 2020, y Regenerarte presentó una petición pública que abogaba por una mayor transparencia y control en todo lo relativo al uso de las aguas subterráneas. El informe dio luz verde a la nueva plantación basándose en una sola investigación realizada por la DRAL (Dirección Regional de Agricultura y Pesca), que evaluó positivamente la viabilidad de los aguacates en el Algarve. El estudio concluía: «Sin embargo, en caso de sequías o escasez de agua en la región (fenómenos cada vez más frecuentes), la disponibilidad del agua podría suponer un problema».

El embalse de la presa de Bravura, en el Algarve (Portugal). | Foto: Davide Mancini.

El estudio también expone que, en caso de sequía, se producirá un déficit de agua que afectará a la sostenibilidad de la reserva hídrica a medio y largo plazo. Según los datos oficiales, desde abril de 2021, la principal fuente de agua en la localidad de Lagos, la presa de Bravura , estaba al 34 % de su capacidad, mientras que el nivel medio del mismo mes durante los últimos 30 años había sido del 80 %. En febrero de 2021, varios diputados del Partido Socialista portugués (PS) pidieron al gobierno paralizar otras plantaciones de aguacates en el Algarve, «porque no se conocen los efectos acumulativos de la explotación hídrica de los acuíferos».         

«Una disponibilidad hídrica menor ya no es una hipótesis, sino una realidad», declaró la Plataforma para el Agua Sostenible (PAS) en el Algarve, de la que Regenerarte forma parte. 

Finalmente, en abril de 2021, las autoridades regionales decidieron detener indefinidamente la expansión de la plantación de aguacates para Frutineves, lo que supuso un triunfo para Susana y Regenerarte. La empresa deberá reorganizar la expansión irregular de sus plantaciones y traer de vuelta el paisaje original.

Se prevé que las precipitaciones en Portugal van a disminuir a lo largo de este siglo. Se trata de una reducción muy considerable, con casi un 40 % menos lluvias en el sur durante primavera y otoño, y más del 50 % en el continente en verano, áreas que ya son muy áridas durante la mayor parte del año. Otros estudios también observaron que la esquina suroeste de la Península Ibérica (Beja y Faro en Portugal y el sur de Extremadura y el oeste de Andalucía en España) alcanzarán las temperaturas más altas, llegando a sobrepasar los 45 °C a finales del siglo XXI.

Los árboles de aguacate se han desarrollado en condiciones tropicales, así que es complicado que se adapten a climas cálidos y secos, y a la escasez prolongada de agua. La Europa mediterránea se caracteriza por veranos calurosos y secos, y por inviernos lluviosos que alivian las plantas, la vegetación salvaje y, por supuesto, la agricultura, que absorbe alrededor del 80 % del agua potable en la cuenca del Mediterráneo. Teniendo en cuenta estas condiciones, ¿puede incluirse el Persea americana en la cesta de alimentos del Mediterráneo sin vaciar los cursos de agua y acelerar la desertización? 

En la región del Algarve, más de cuarenta fincas portuguesas producen aguacates, abarcando unas 1500 hectáreas. El comprador principal es Trops, una cooperativa española y principal proveedora de frutas tropicales en el mercado europeo. Más de 2800 productores españoles y portugueses forman parte de la cooperativa, que genera más de 28 000 toneladas de aguacates anualmente y distribuye por todo el continente tanto la fruta sin procesar, como otros productos derivados como el guacamole o el aceite de aguacate. 

Las plantaciones de aguacate portuguesas son relativamente recientes en comparación con las españolas, que empezaron en los 70. Mientras que en Portugal otras empresas están ahora plantando la fruta tropical, la principal área de producción española, situada en La Axarquía (cerca de Málaga) está cerca del «colapso hidrológico», según advirtió un estudio realizado por GENA-Ecologistas en Acción en octubre. La presa de La Viñuela, la principal fuente de agua de la localidad, contiene actualmente la mitad de agua en comparación con el nivel medio de los últimos 10 años, y los propios productores admiten que el agua disponible no basta para irrigar las más de 6000 hectáreas de plantaciones de aguacates en la región — el equivalente a unos 7300 campos de fútbol. «Nuestra investigación incluye datos hasta 2017, pero han seguido apareciendo nuevas plantaciones desde entonces. Hemos tenido en cuenta plantaciones legales e ilegales (es decir, aquellas desarrolladas sin una concesión) gracias a imágenes satélite» dice Rafael Yus Ramos, autor del estudio y profesor de ciencias naturales en la Universidad de Málaga.

Cultivos de aguacate en Vélez-Málaga, Andalucía (España). | Foto: Davide Mancini.

Una burbuja especulativa con aguacates

Isidro, un productor español de aguacates y mangos, afirma que hay una «auténtica fiebre del aguacate» en la zona: muchos terratenientes están metiéndose en el negocio sin tener conocimientos de frutas tropicales o incluso de agricultura en general, así que «primero siembran y después se ponen a buscar agua para sus nuevas plantaciones». Su familia, que produce aguacates y mangos desde la década de los 80, es plenamente consciente de la escasez hídrica, sobre todo desde que en los últimos veranos se registrasen temperaturas de más de 45 grados y que cada planta necesitase unos 90 litros de agua diarios para aguantar el calor estival extremo.

 El clima característico del sur de Portugal y España es típicamente mediterráneo, pero el ciclo hidrológico está en peligro debido a la crisis climática, pues la región mediterránea es uno de los focos mundiales del cambio climático. Se espera que la precipitación media anual de la región se reduzca un 40 %, y algunas zonas del mediterráneo experimentarán un descenso drástico del 70 % de precipitaciones. (estudio del MIT, artículo de EUobserver).

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