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La primera jefatura del ejecutivo de ultraderecha en la Europa occidental de posguerra recaerá sobre una mujer: Giorgia Meloni. Debido a un sistema desproporcionado y a la falta de coalición electoral entre el partido democrático de centroizquierda y el reformado Movimiento Cinco Estrellas, ahora cuentan con una amplia mayoría en el parlamento.
El cambio más importante se ha producido en las dinámicas de poder internas dentro del "bloque de la derecha". Hasta 2018, la coalición estaba liderada por Silvio Berlusconi, una persona problemática en muchos aspectos, pero que no pertenecía a la ultraderecha. En 2018, la Liga de Matteo Salvini obtuvo unos resultados ligeramente mejores con respecto a la Forza Italia de Silvio Berlusconi, pero ahora los "posfascistas" Hermanos de Italia dominarán el bloque.
La apabullante victoria de este bloque seguirá avivando el frenesí mediático sobre el alza de la extrema derecha en Europa. Sin embargo, estos argumentos son esencialmente ahistóricos y objetivamente incorrectos. En primer lugar, pasan por alto las derrotas electorales de los partidos de ultraderecha en otros comicios recientes, incluyendo los de Alemania, Noruega y Eslovenia. En segundo lugar, la ultraderecha lleva integrando la política convencional y formando gobiernos desde principios de siglo.
Lo que llama la atención de la victoria de los Hermanos de Italia, y de la de los Demócratas de Suecia dos semanas antes, es que su ideología y organización radican en el (neo)fascismo. Pero ni siquiera esto es único, pues lo mismo ocurría con la Alianza Nacional, el predecesor de los Hermanos de Italia, que formó parte de los primeros gobiernos de Berlusconi antes de fusionarse con Forza Italia.
Y, sobre todo, a nivel ideológico, los Hermanos de Italia y los Demócratas de Suecia no son ni más radicales ni más moderados que otros partidos populistas de derecha radical, como el Partido de la Libertad austriaco o la Agrupación Nacional de Le Pen.
En definitiva, las elecciones italianas han sido singulares y comunes al mismo tiempo
Del mismo modo, las teorías de que el nuevo gobierno italiano de ultraderecha impactará de manera significativa a la UE, por no hablar de que supondrá una victoria para Vladímir Putin, no son solo una exageración, sino también falsas.
Es cierto que tanto Meloni como Salvini han defendido a Putin durante mucho tiempo, pero ambos han bajado bastante el tono con el inicio de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Y lo que es más importante, la coalición está encabezada por Meloni y sus Hermanos de Italia, quienes se han aliado con los Conservadores y Reformistas Europeos: un grupo político liderado por el partido polaco Ley y justicia, el más crítico con Putin.
Al igual que Polonia y Hungría, Italia depende en gran medida de la financiación europea, especialmente desde el inicio de la pandemia de covid-19. Al nuevo gobierno no le interesa poner en riesgo estos fondos, y menos aún iniciar la salida de la UE. Ahora bien, es bastante probable que el gobierno italiano dé cobertura a Polonia en el Consejo Europeo, y por lo tanto consiga que el gobierno polaco dependa menos del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, pues las relaciones se han deteriorado desde el inicio de la guerra.
Aún así, hay muchas razones para esperar que el nuevo gobierno no se convi…
