Mientras continúan las manifestacionescontra la política de austeridad en Bucarest, el Gobierno rumano hace limpia. A comienzos de la semana, mientras estaba en el Consejo de ministros de la UE, el ministro de Asuntos Exteriores, Teodor Baconschi, recibió un mensaje de móvil en el que se le relevaba de su cargo. Inmediatamente le reemplazó el ex jefe de la diplomacia Cristian Diaconescu.
El primer ministro Emil Boc le reprochaba a Baconschi las “dudosas” palabras recogidas en su blog, explica el editorialista Mircea Vasilescu en Adevărul. Baconschi había escrito que los manifestantes “provienen de barrios malos, son personas violentas y estúpidas, se parecen a los mineros que antaño apoyaban a los herederos de la Securitate”, la policía política del régimen comunista.
La forma en que se ha llevado a cabo esta destitución constituye para Adevărul un “gesto no civilizado, no europeo, el primer ministro nos ha avergonzado al más alto nivel a todos nosotros”.