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Una semana después de que comenzasen las manifestaciones ante el Parlamento bosnio en Sarajevo, las protestas para reclamar un número de identificación único prosiguen en la plaza del edificio. El movimiento se transforma poco a poco en "una revuelta civil que se ha extendido por todo el país, la más importante desde que acabó la guerra" de 1992 a 1995, escribe Dani.
La conocida ya como "bebolución", por su origen (el caso de un bebé que tenía que recibir atención médica en el extranjero y que no pudo obtener un pasaporte porque carecía de un número de identificación), se ha transformado en una denuncia masiva de los supuestos fallos del Gobierno y del Parlamento.
No se han realizado avances al respecto, porque los ministros y los representantes serbios y croatas que han sido electos no quieren reunirse, dado que acusan a los partidos musulmanes de organizar las protestas.
Los manifestantes exigen que se apruebe una ley con relación al número de identificación antes del 30 de junio.
