Raed Arafat en acción.

Raed Arafat, indignado a su pesar

Al protestar contra la privatización del sistema sanitario, este médico de origen palestino se ha convertido en la inspiración de la revuelta contra la austeridad que agita Bucarest.

Publicado en 18 enero 2012 a las 16:12
Raed Arafat en acción.

Si Raed Arafat ha sido siempre popular entre los rumanos es sin duda porque se sienten identificados con este palestino que llegó de Siria y que fundó el Servicio móvil de urgencia, reanimación y rescate (SMURD).

Raed Arafat, nacido en Damasco en 1964, descubrió con 14 años su pasión por "los primeros auxilios". En el instituto, creó el primer equipo de emergencia, con algunos de sus compañeros. La medicina, que al principio era una simple pasión, se convirtió en un ideal profesional. Su padre quería que fuera a la Escuela Politécnica, pero Raed prometió "convertirse en médico o en basurero".

El enemigo de la reforma

Con 16 años y medio, llegó a Rumanía porque, tal y como comenta, "era el país que respondió con más rapidez a mi solicitud de admisión a la Universidad [el régimen comunista de Nicolae Ceaușescu había implantado un sistema con el que los residentes de los países árabes podían estudiar en Rumanía]. “Más tarde descubrí que también me habían admitido en Grecia y en Estados Unidos, pero mis padres me ocultaron la respuesta americana, por miedo a que me fuera allí y no volviera jamás. Esperaban que regresara de Rumanía", explica. En 1989, tras obtener su titulación, tuvo la posibilidad de marcharse a Francia. Pero en diciembre, debido a la revolución que acababa de estallar en Rumanía, la expedición de visados se retrasó y Arafat se quedó en Bucarest.

Veinte años después de haber fundado el SMURD en 1991, Arafat opina que el sistema de urgencias ha cambiado en Rumanía: "Actualmente, los bomberos desempeñan una función esencial en las intervenciones de emergencia. Es el mismo sistema que en la mayoría de países de la UE. Los bomberos y su mentalidad militar han influido en gran medida en la evolución del sistema rumano”.

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En su primer equipo de emergencia utilizaba su vehículo personal. Hasta que un antiguo compañero de facultad, que ejercía en Alemania, recaudó allí fondos y le ayudó a comprar una vieja ambulancia que donaron al SMURD. Después recibieron donaciones de la Cruz Roja noruega.

Raed Arafat no ha renunciado a practicar la medicina e incluso hoy realiza rondas de vigilancia en el helicóptero. Ha escuchado a menudo a sus espaldas "¡Mira, el árabe ha venido a enseñarnos medicina!", pero tal y como responde: "¡Este árabe aprendió medicina en Rumanía, soy un producto de Rumanía!".

El 12 de enero, Raed Arafat, que fue nombrado subsecretario de Estado de Sanidad en 2007, se convirtió en el "enemigo de la reforma sanitaria": así es como calificó el presidente de la República Traian Băsescu a Arafat en su intervención en directopor teléfono en un programa de televisión, al que el médico acudió para denunciar el uso de capitales públicos en las unidades de intervención privada.

Traian Băsescu no goza de la confianza de los rumanos

Arafat se rebeló contra la reforma de su servicio y contra la privatización de los hospitales públicos. Inmediatamente después de la llamada telefónica de Băsescu, dimitió. En directo. [Posteriormente regresó al Ministerio].

La privatización de la sanidad pública representa alrededor de 4.500 millones de euros, más 1.500 millones que procederían de los seguros privados y de la venta del patrimonio público. La mayoría de rumanos temen que se llegue a un punto en el que la atención sanitaria ya no sea obligación del Estado y que las personas que no tengan dinero y no estén aseguradas, no tendrán más opción que morir. Otros opinan que la privatización de los hospitales y la introducción de los seguros privados darán lugar a un gran mercado del que se beneficiarán los empresarios y los políticos cercanos al poder.

Băsescu acabó pidiendo al Gobierno de Emil Boc que retirara su proyecto de reforma sanitaria, alegando que "nadie dentro del sistema quiere el cambio. Y muy pocos en el exterior del sistema lo quieren: los hospitales no quieren el cambio, los médicos de familia no lo quieren, el sistema de urgencias no lo quiere”.

Raed Arafat quizás no es el caballero andante que ha presentado la prensa en los últimos días. Pero al contrario de lo que sucede con él, Traian Băsescu no goza de la confianza de los rumanos. El político que se enfrenta al experto en su ámbito de actividad prefiere confiar su salud a médicos vieneses. Pero el golpe de gracia en materia de imagen para Băsescu debería proceder de personas consideradas como sus partidarios, como su propio subsecretario de Estado. Tal y como comenta Alina Mungiu-Pippidi, presidenta de la Sociedad Académica de Rumanía, sobre la reforma abandonada, "la ley se ideó de forma antidemocrática y no profesional. El Estado debería apoyar a las personas cualificadas como Arafat, en lugar de despedirlas".

Últimas noticias

Dimisión y reincorporación

“El segundo compromiso del presidente”, titula Adevărul, después de que Traian Băsescu haya aceptado retirar su proyecto de reforma sanitaria y haya pedido a Raed Arafat que se replantee su dimisión. El 17 de enero, cinco días después de haber dejado su puesto en el ministerio de Sanidad con gran estrépito, el fundador de las urgencias nacionales aceptó reincorporarse al mismo. Respondía así al llamamiento del jefe de Estado y del primer ministro, que esperaban aplacar las manifestaciones que se han sucedido en el país tras la dimisión de Arafat. Este último participará en el comité de expertos encargado de elaborar una nueva reforma del sistema sanitario.

“Nadie le supera en popularidad dentro de Rumanía”, señala Adevărul, para quien Arafat podría incluso obtener su cartera de subsecretario de Estado. “Podría optar al puesto de ministro de Sanidad, porque tiene el apoyo del pueblo, que cuenta más que el de los políticos en este momento”. Sin embargo, alerta el diario, su regreso al Gobierno no significa que las protestas vayan a acabarse, porque sus simpatizantes “piden algo más que la simple satisfacción de las demandas de Arafat”.

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