© Presseurop

Burka, la prohibición imposible

Una comisión parlamentaria francesa recomienda la prohibición del burka en algunos lugares públicos. Mientras que el asunto también genera polémica en Dinamarca, la prensa europea se muestra reticente ante un enfoque legislativo vinculante.

Publicado en 27 enero 2010 a las 15:38
© Presseurop

En Francia, la misión parlamentaria sobre el uso del burka ha presentado su informefinal el 26 de enero. Los diputados recomiendan una "resolución", seguida de una prohibición por ley en los servicios públicos (administraciones, hospitales, salidas de centros escolares, transportes, etc.). La ley obligará a las personas afectadas "no sólo a mostrar el rostro a la entrada del servicio público, sino a mantenerlo descubierto", si desean obtener las prestaciones requeridas.

No obstante, dos tercios de los diputados de la mayoría gubernamental desearían que la prohibición se ampliara al espacio público. "La mayoría insiste en añadir a la obligación que representaría esta medida [la simple prohibición en los servicios públicos] la humillación pública", denuncia Libération. "Según estos paranoicos de la identidad francesa, entonces a estas mujeres, que son más víctimas que culpables, habría que detenerlas en la vía pública e imponerles multas".

Imprecisión legislativa

Entre tanto, tras seis meses de debates, "sigue sin aclararse el desenlace, legal, reglamentario o no de estos debates", comenta La Libre Belgique. Ya que, según apunta el diario belga, "regular las condiciones de acceso a los servicios públicos es una cosa, pero otra muy distinta legislar sobre la indumentaria que se lleva en la vía pública". De hecho, una ley de prohibición general corre el riesgo de ser anulada por parte del Consejo Constitucional o del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Recibe lo mejor del periodismo europeo en tu correo electrónico todos los jueves

Ante este tipo de dificultades, el gobierno danés renunció a promulgar una ley contra el burka el pasado mes de septiembre. Sin embargo, el debate ha vuelto a reactivarse por la publicación de una encuesta que revela que sólo 200 mujeres llevarían el niqab y tres el burka. "La creación de una comisión sobre el burka tenía como único objetivo acallar un debate molesto" iniciado por Naser Khader, explica el diario Jyllands-Posten. El diputado, portavoz del partido conservador sobre cuestiones de integración, había solicitado la prohibición de esta prenda en el espacio público, incluso en los jardines privados visibles desde la calle.

El burka no es una capa de invisibilidad

Para Politiken, "la lucha mediante una prohibición general contra este fenómeno sectario de poca importancia podría paradójicamente contribuir a reforzar un cierto conservadurismo religioso". El diario danés opina que "la mejor manera de extender el uso del burka y del niqab es 'presentarlos como un problema'. "De esta forma se convierten en símbolos, no de sumisión de la mujer, sino de protesta y de desafío contra una sociedad danesa que no sabe proteger a sus minorías".

En The Times, Alice Thomson estima que "el burka no es una capa de invisibilidad, sino que constituye un rechazo pasivo, incluso una declaración agresiva, de la comunidad. Cualquier persona que lleve un burka está expresando que desea quedarse al margen de la sociedad", comenta. Sin embargo, nadie quiere ver a la policía arrancando a las mujeres el velo en plena calle. Los franceses han ido demasiado lejos al querer prohibir el velo integral en los transportes públicos".

Los estragos de lo políticamente correcto

Al otro lado del Canal de la Mancha, se considera que "prohibir el burka no es británico", tal y como explica Dominic Lawson, también en The Times. "Francia tiene una cultura política decididamente anti-clerical que considera que la religión no tienen ningún lugar en el dominio público. Nosotros tenemos un concepto mucho más tolerante con respecto a las diferencias religiosas, que se puede resumir con la frase 'Vive y deja vivir'".

Sin embargo, la escritora alemana Monika Maron argumenta que nuestras sociedades se encuentran tan cómodamente instaladas en la protección de sus derechos cívicos garantizados por las constituciones, que no perciben la amenaza inherente del fundamentalismo musulmán. En Spiegel, fustiga a los periodistas de los grandes diarios que, según ella, impedirían la expresión de la crítica del islam, al igual que ciertos utópicos de Alemania Occidental censuraban la crítica sobre la Alemania del Este en 1988. "El debate no es sobre el islam y sus críticas, sino sobre nuestra confianza en la democracia y en nuestro derecho de insistir sobre leyes […] que se han conquistado con batallas seculares contra los despotismos estatales y clericales. Deberíamos renunciar a todo esto, porque el que insiste sobre la tolerancia no puede dejar de ser tolerante cuando otro no quiere serlo". Según esta lógica, la sharia podría convertirse en una ley alemana sin provocar protestas, comenta indignada Maron.

EN EUROPA

Prohibición o no: el debate está servido

Francia no es el único país de Europa en el que la pregunta sobre la prohibición del velo integral se plantea o bien genera un debate. "En Italia, una ley de 1975 prohíbe cubrirse el rostro con un pañuelo o un casco en los lugares públicos, por cuestiones de orden público", explicaLa Stampa. El diario de Turín añade que "varios alcaldes de la Liga Norte [partido xenófobo y regionalista] se han apoyado en este texto para prohibir localmente el burka". En Bélgica, donde "no existe ninguna ley nacional para regular el uso del velo", varios municipios también "han tomado la iniciativa de prohibir el velo integral en los lugares públicos o hacen referencia a ordenanzas municipales que prohíben llevar el rostro oculto, excepto en periodo de carnaval", destacaLe Soir. En Países Bajos y Dinamarca, "se están estudiando varios proyectos de ley para prohibir el uso del velo integral en las administraciones (centros educativos, oficinas, tribunales,…)", añade el diario La Stampa, según el cual, en Austria, "el gobierno, preocupado ante el creciente número de mujeres que llevan velo en el país, ha abierto el debate sobre esta cuestión". En Italia, la Liga ha presentado un proyecto de ley cuyo fin es imponer una multa de hasta 2.000 euros a toda persona que "por motivos de su fe religiosa, dificulte o imposibilite su identificación". Por último, en Reino Unido, "se descarta la idea una ley, pero los responsables de los colegios públicos confesionales pueden prohibir el uso del velo integral en el recinto de los centros".

Tags
¿Te ha gustado este artículo? Nos alegra mucho. Se encuentra disponible para todos nuestros lectores, ya que consideramos que el derecho a la información libre e independiente es esencial para la democracia. No obstante, este derecho no está garantizado para siempre, y la independencia tiene su precio. Necesitamos tu apoyo para seguir publicando nuestras noticias independientes y multilingües para todos los europeos. ¡Descubre nuestras ofertas de suscripción y sus ventajas exclusivas y hazte miembro de nuestra comunidad desde ahora!

¿Eres un medio de comunicación, una empresa o una organización? Consulta nuestros servicios editoriales y de traducción multilingüe.

Apoya el periodismo europeo independiente

La democracia europea necesita prensa independiente. Voxeurop te necesita a ti. ¡Únete a nosotros!

Sobre el mismo tema