La austeridad alemana sí es necesaria

Países Bajos, Francia, el Banco Central Europeo… Europa se resiste a la cura de rigor que prescribe Alemania. El pacto presupuestario corre el riesgo de fracasar. Sin embargo, un periodista alemán especializado en economía escribe que Berlín y Europa deberían obligarse a adoptar esa disciplina.

Publicado en 26 abril 2012 a las 15:39

¿Desde cuándo Países Bajos se encuentra en la costa del Mediterráneo? Vuelve la crisis del euro y, esta vez, no sólo afecta al Sur, sino también al Norte, donde se concentran los países prósperos y estables. Los que son como nosotros.

Evidentemente, Países Bajos no es Grecia. Pero el país se endeuda demasiado deprisa y la deuda privada es colosal. Por ello, el Gobierno ha querido aplicar aún más recortes, pero los populistas han hecho que los planes fracasaran.

Cada caso es distinto, desde Roma a Madrid, pasando ahora por La Haya. Sin embargo, la trama es siempre la misma: la economía se estanca, la gente se encuentra en el paro, el país tiene que apretarse el cinturón, recortando así el nivel de vida. El descontento aumenta, la bolsa tiembla, los políticos intentan quitar tensión o, como ocurre actualmente en Países Bajos, pierden sus puestos.

El rescate y la integración en juego

Estados Unidos reacciona exactamente del mismo modo que los partidos de oposición europeos, que reprochan a los alemanes que echan todo por tierra al imponer su dictado de rigor. En su opinión, Berlín debería avalar las deudas de sus socios y desbloquear dinero fresco para fomentar el crecimiento. Y así se restablecería por fin la calma en el entorno europeo.

Recibe lo mejor del periodismo europeo en tu correo electrónico todos los jueves

A decir verdad, es algo que no disgustaría a los estadounidenses, pues así se sentirían menos solos en la cumbre de la lista de los mayores deudores del planeta. Pero Europa no es Estados Unidos: rescate contra disciplina, esos deben ser los términos del acuerdo. De lo contrario, los países irán cayendo uno tras otro en la espiral de las notas de crédito a la baja y los tipos de interés al alza.

Todas las miradas se dirigen a Berlín. Pero ¿qué hace Alemania en lugar de dar muestras de lucidez y de aprovechar su recuperación económica? Tiene previsto adoptar nuevas prestaciones sociales, como la asignación para el cuidado de los hijos [destinada a los padres que educan a sus hijos en casa en lugar de llevarlos a la guardería], a la que se añadiría el aumento de las pensiones para los padres. Independientemente de cómo se acojan estas diferentes medidas, su suma convierte a Alemania, cuya deuda asciende a cerca del 80% del PIB actual, en el modelo improbable del "pacto de rigor" europeo.

Europa necesita a Alemania, pero a una Alemania que muestre el camino del rigor. En cualquier caso, se nos volverá a recordar la crisis una y otra vez. Los dirigentes europeos seguirán contrayendo por aquí y por allá más deudas de lo que permite el pacto común. Todo eso forma parte del juego. Pero si Alemania no exige rigor y reformas, ningún otro país lo hará. Y, al fin y al cabo, esto no hará más que complicar aún más el rescate del euro y la integración de Europa.

Artículo de opinión

Merkel se olvida lo social

“Alemania contra el resto del mundo”. Al realizar esta aseveración, el Handelsblatt plantea cuál es el papel de Alemania como maestra y ejemplo de austeridad. El Gobierno de Merkel se preocupa del entorno económico olvidando el prefijo de “socio-”, por lo que el diario critica que:

Alemania tiene un punto de vista excesivamente simplista acerca de la crisis si cree que la oposición a su política de austeridad por parte de los partidos populistas de derecha e izquierda es un reflejo antieuropeo y nacionalista. En la crisis se entremezclan numerosos elementos, especialmente la oposición a una política de austeridad que exige sacrificios al pueblo sin ofrecerle una perspectiva mejor para el futuro. Con respecto al modo de empleo usado para reducir la deuda, estas consideraciones sociopolíticas no tienen cabida. En el ámbito político, sin embargo, son cruciales. Quien no consiga ganarse a la gente se quedará solo y estará condenado al fracaso.

Tags
¿Te ha gustado este artículo? Nos alegra mucho. Se encuentra disponible para todos nuestros lectores, ya que consideramos que el derecho a la información libre e independiente es esencial para la democracia. No obstante, este derecho no está garantizado para siempre, y la independencia tiene su precio. Necesitamos tu apoyo para seguir publicando nuestras noticias independientes y multilingües para todos los europeos. ¡Descubre nuestras ofertas de suscripción y sus ventajas exclusivas y hazte miembro de nuestra comunidad desde ahora!

¿Eres un medio de comunicación, una empresa o una organización? Consulta nuestros servicios editoriales y de traducción multilingüe.

Apoya el periodismo europeo independiente

La democracia europea necesita prensa independiente. Voxeurop te necesita a ti. ¡Únete a nosotros!

Sobre el mismo tema