Hace ahora justo 50 años, el 21 de julio de 1962, el dictador Francisco Franco le confió a su primo y secretario militar, el teniente general Francisco Franco Salgado-Araujo, que si España lograba ser admitida en la entonces Comunidad Económica Europea (actual Unión Europea), las minas españolas del carbón tendrían que sufrir un severo revés.
Medio siglo después, los mineros españoles de la hulla y la antracita están protagonizando, como ocurría en las explotaciones carboneras asturianas en aquellos días de 1962, una enconada conflictividad, contundentes enfrentamientos policiales, encierros en minas de Asturias y León, una marcha de protesta en Aragón, acampadas como la de Oviedo y una elevada crispación que amenaza con abocar a una espiral creciente de tensión. Entonces, en 1962, los mineros lograron doblegar a Franco, aunque luego las represalias fueron muy duras. Para el lunes 18 han sido convocadas huelgas generales en las comarcas carboneras de Asturias, Castilla y León, Aragón y Castilla-La Mancha.
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Protesta
Comienza la "Marcha Negra" hacia Madrid
"La lucha del carbón continúa a pie para que el futuro no sea negro", anuncia hoy La Vanguardia. El 22 de junio, más 200 mineros han iniciado una "Marcha Negra" que tiene como objetivo llegar a Madrid el 11 de julio. Tres columnas partieron desde Asturias, Castilla y León y Aragón, las tres áreas más afectadas por la reducción de un 63% de las ayudas al sector minero prevista por el Gobierno español. Los manifestantes esperan que se sumen a su causa los habitantes de las ciudades que atravesarán, que tendrá voz en una gran manifestación convocada en la capital el 11 de julio.
Esta marcha forma parte de la huelga iniciada a finales de mayo y que se desarrolla en al menos 50 localidades mineras españolas. A lo largo de la misma se han producido violentos enfrentamientos con la fuerza pública. Hasta el momento, el Gobierno ha excluido la posibilidad de revertir la decisión.