“El filántropo siciliano Antonio Presti lleva 30 años plantando cara a la corrupción” y financiando iniciativas culturales para combatir el sistema mafioso de la isla, señala Miguel Mora en el diario el País. A los 21 años, Antonio Presti decidió invertir la fortuna heredada de su padre contra la Cosa Nostra. Así llegó su primer proyecto, “La fiumara d’arte” (El torrente de arte), el mayor parque escultórico de Europa que, poco tiempo después, fue denunciado por emplazamiento ilegal. "Irónico, en un lugar donde todo el mundo construye desde hace décadas sin licencia y con comisiones ilegales muy reglamentadas", apunta Presti. Aunque el proceso duró 23 años, el mecenas siciliano finalmente salió victorioso. “Durante los años duros, Presti recibió amenazas, bombas y el vacío total de sus vecinos” pero éste, lejos de rendirse, puso en marcha nuevos proyectos en “ciudades sin ley” como Catania o Palermo. Precedido de otros proyectos, como el Art Hotel Atelier en Castel de Tusa, ahora ha creado el Tercer Ojo, un museo-escuela de fotografía y arte en el que la gente filma y expone su entorno. “La utopía del último mecenas italiano es hoy una realidad que abre camino a muchos niños, de Librino a Palermo”, concluye el diario.
Live | IA, medios de comunicación y democracia: ¿una ecuación imposible?
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