"La crisis económica global ha dominado la sexta cumbre UE-América Latina y Caribe, que reunió en Madrid a los jefes de Estado y de Gobierno de 60 países", resume el periódico El Espectador, de Bogotá. "Surgida en Brasil hace 11 años, esta cita diplomática ha buscado estrechar lazos económicos y de cooperación entre el Viejo y el Nuevo Mundo. Razones no faltan: la UE es el segundo socio comercial más importante de América Latina y el mayor inversor en la región", explica su compatriota El Tiempo.
"Sin embargo", precisa el periódico, "el entorno que rodea el encuentro de mandatarios es mucho más complejo y espinoso que el de las anteriores citas. Mucha agua ha pasado por debajo del puente desde la pasada cumbre de Lima en el 2008”. “Mientras que a la primera cumbre, en Río de Janeiro, en 1999, el bloque europeo llegó rebosante de prosperidad y la mayoría de los países latinoamericanos […], en medio de una dura situación, el panorama esta vez es precisamente el contrario. América Latina, con algunas excepciones, viene sorteando la debacle global, mientras que Europa enfrenta una dolorosa temporada de ajustes".
La ayuda internacional, principal víctima de los recortes
"Los gobiernos europeos están poniendo en práctica severos planes de austeridad fiscal y uno de los gastos que disminuyen son los de la ayuda internacional", lamenta Los Andes, que llama la atención sobre la pobreza de los resultados de la cumbre en algunos puntos, como por ejemplo los "raquíticos fondos de cinco millones de euros para el Mercosur" (la zona de libre intercambio del Cono Sur americano), y los "3.000 millones [en ayudas] para América Latina" en conjunto. El periódico argentino subraya por otro lado que "la severa crisis que castiga a las economías europeas" suscita en los países latinoamericanos la preocupación por que "pueda perjudicar las exportaciones latinoamericanas" hacia Europa.
El resultado más destacable de la cumbre probablemente sea la adopción, después de años de bloqueo, de un acuerdo de libre comercio con Perú, Colombia y América Central (Costa Rica, El Salvador, Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá), y la apertura de las negociaciones con el Mercosur, la zona de libre comercio del Cono Sur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay), congeladas también desde hacía tiempo, añade el diario Página 12. El periódico bonaerense señala además que estas conversaciones "consolidan su principio de 'multilateralismo' en la organización del comercio mundial, contraria al 'bilateralismo' que impulsó en los últimos años los Estados Unidos".
¿Una cumbre sin sentido?
Sin embargo, estima El País, en las relaciones entre Europa y América Latina todavía hay que hablar sobre todo de bilateralidades y la cumbre de Madrid es la prueba: los dirigentes de ambos continentes aprovechan las cumbres para dialogar, pero raras veces van más allá porque "América Latina no es todo un negociador, como más o menos lo es la UE".
La cumbre "aspiraba a ser el florón del semestre", pero no bastará para salvar la presidencia española de la Unión Europea, ya que "ha quedado zarandeada por el vaivén de los mercados y sepultada por el peso de la recesión", estima El Periódico de Catalunya. Mientras que para La Vanguardia, se trata claramente de una "cumbre sin perfil" en la que "se habló de todo y de nada: de multilateralismo (...), de inmigración, de energía".
Ni Chávez, ni Castro
La Jornada destaca las declaraciones de los participantes y mensaje de "lucha contra la impunidad" en los crímenes contra la humanidad cometidos por dictaduras de ambos continentes, así como "la cuestión de la violencia de género y los feminicidios". Sí se habló de los derechos del hombre y de la violencia de género informaLa Jornada, de México, pero no se dijo ni una sola palabra sobre Cuba, confía a ABC la influyente bloguera cubana Yoani Sánchez, según quien "la posición común de la UE es uno de los mayores elementos de presión contra el Gobierno cubano".
"Hubo ausencias europeas" (la del primer ministro británico David Cameron y la del presidente del Consejo italiano, Silvio Berlusconi o las visitas de última hora de la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Nicolas Sarkozy ) y latinoamericanas (como la del venezolano Hugo Chávez y el cubano Raúl Castro) "que empañaron la proclamada voluntad de compromiso" anunciada en Madrid entre los "socios globales", lamenta por su parte Los Andes, lo que le hace decir a La Vanguardia que "para buena parte de los socios de la Unión, a pesar del volumen que tiene el intercambio económico con el subcontinente latinoamericano, este sigue siendo un asunto de España".
Y con razón, concluye El Tiempo: "muchos de los 27 miembros de la Unión Europea (...), no cuentan con nexos culturales o históricos con América Latina. Si a esto se añade la severa crisis económica, es muy difícil que la región mejore su nivel de prioridad ante las potencias del otro lado del Atlántico".