La que fuera la “variedad feliz del capitalismo” y “una de las más impresionantes historias de éxito de las últimas décadas” según Deutsche Bank, hoy ha perdido su prestigio y pone en riesgo la estabilidad de la zona euro. “En clave española, los tres últimos años han sido una forma de despertar de un ensueño, del espejismo que dejó un largo viaje de 15 años de bonanza sustentados en montañas de deuda -pública, pero sobre todo privada-, en una burbuja inmobiliaria, en una época dorada que toca a su fin”, estima Claudi Pérez en un reportaje de El País. Esa “marca España”, asociada al crecimiento sin límites se ha esfumado y el país se ha convertido en lo que Desmond Lachman, del neoconservador American Enterprise Institute ha denominado “el enfermo de Europa”, aunque no sin rebajar la dosis de veneno al añadir que “no tan enfermo como Grecia”.
“Los problemas de la economía española son intensos y muy diversos. Y sin embargo no explican por sí solos el feroz ataque que ha recibido en los mercados”, considéra el periodista de El País. Ángel Cabrera, director de la escuela de negocios Thunderbird en Arizona, señala que se ha producido una “llamada al realismo” aunque el “ensañamiento” de los mercados “es injusto”. La situación se resume en un una fotografía: “la del presidente Zapatero en el Foro de Davos, sentado entre el primer ministro de Grecia (epicentro de la crisis fiscal europea) y el presidente de Letonia (el país europeo que ha sufrido una crisis más profunda)", sentencia Claudi Pérez.