Se decidirá el presidente Mariano Rajoy a solicitar en la nueva cumbre europea que se inició ayer en Bruselas el segundo rescate de la economía española? Es la pregunta del millón. A riesgo de tener que rectificar mañana mismo, mi percepción es que no lo hará. El motivo no es, a mi juicio, como muchas veces se dice, que Mariano Rajoy sea un indeciso que está permanentemente deshojando la margarita. La razón más plausible, es que ha sabido comprender que el rescate tiene mucho de juego de póquer, un juego en el que ha de saber esconder y jugar bien su carta y obligar a los otros jugadores a enseñar las suyas. Y les aseguro que no se van a descubrir en esta cumbre […] Leer el artículo original
Comentario
Un pulso entre París y Berlín
"El rescate de España tensa el pulso entre Alemania y Francia", titula El País el día siguiente del primero del Consejo Europeo:
el rescate está ahí, a la vuelta de la esquina, casi completamente pactado y solo a expensas del calendario electoral en algunos países[...] Pero España se resiste a dar el paso porque Berlín sigue siendo el gran miedo de Rajoy. El Ejecutivo alemán quiere reservarse una última baza en lo relativo a las condiciones, para apretar las tuercas o ceder y dar algo más de laxitud, como reclama Madrid.
La ayuda a España constituye un nuevo motivo de enfrentamiento para Francia y Alemania, según opina el diario, que señala que el presidente François Hollande acusó a la canciller Angela Merkel de retrasar la puesta en marcha de la unión bancaria hasta 2014 "por intereses electorales", puesto que en otoño de 2013 están previstos los comicios en Alemania.
En casi todos los grandes temas hay diferencias entre Berlín y París. Francia quiere un rescate de inmediato para España; Alemania prefiere esperar. Francia quiere que se respete la letra y la música del acuerdo sobre la unión bancaria de junio; Alemania ha conseguido que su interpretación prevalezca. Y así ad infinitum. Pese a que la llegada de Hollande ha supuesto cierto reequilibrio en las relaciones de poder europeas, el euro es una especie de competición económica en la que Alemania ha salido claramente vencedora.