Inmigrantes transportando productos reciclados en Atenas. 23 de mayo de 2012.

“Aquí ya no hay nada con lo que ganarse el pan”

Los inmigrantes de países fuera de Europa son también víctimas de la crisis y sus consecuencias y se ven obligados a emprender el camino de regreso. En un centro de Atenas, demuestran la amargura y el fracaso que representa su repatriación.

Publicado en 28 enero 2013 a las 11:45
Inmigrantes transportando productos reciclados en Atenas. 23 de mayo de 2012.

"Nos llevamos sólo lo mejor de este país, nos acordaremos de los griegos que nos han ayudado y que no nos veían como enemigos, pero nos marchamos porque aquí ya no hay nada con lo que ganarse el pan”: este es el balance que realizan sobre su estancia en Grecia los inmigrantes que encontramos en la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al sur de Atenas, donde presentan solicitudes de repatriación voluntaria. La mayoría afirma que llegaron hace años con miedo y esperanza. Y se marchan con miedo, al volver a antiguos capítulos de sus vidas.

Nurul Astoutik, de 23 años, se siente desarmada y afirma que dejará Grecia para marcharse a Irak. Esta joven indonesia ha vivido más de tres años en nuestro país, donde trabajaba como empleada doméstica. Su prometido, Iahia Auantin, de 33 años, es originario de Irak. Llegó a "Grecia, el país de las maravillas" en 2004 y trabajaba en la construcción. Durante años, todo marchaba bien. Hasta que los sueldos comenzaron a bajar y las autoridades rechazaron la solicitud de asilo que había presentado.

Sin otra opción

Iahia y Nurul, que son musulmanes, se casaron hace unos meses en una de las mezquitas no oficiales de Atenas. Su unión es oficial ante Dios y ante la comunidad musulmana, pero no en los documentos oficiales. "No podemos quedarnos aquí porque no hay trabajo y ni siquiera podemos obtener los papeles para casarnos oficialmente", explica Iahia. "No, no quería marcharme de Grecia, pero no tengo otra opción. Nos iremos a Irak y después ya veremos qué ocurre".

Cada día, decenas de inmigrantes esperan en la OIM para obtener un documento de repatriación y cada uno tiene una historia que contar. "Los griegos son amables y hospitalarios. Pero la situación económica del país no es buena y en estas condiciones la gente se endurece", reconoce David Abbas, de 26 años, que llegó a Grecia desde Pakistán, gracias a los 4.000 euros que pagó al "pasador que garantizó su entrada".

Recibe lo mejor del periodismo europeo en tu correo electrónico todos los jueves

"Tengo una titulación en gestión de empresas y una gran experiencia en reparación de ordenadores", comenta en inglés. En Grecia, trabajaba sobre todo para agricultores: "Vivía en Skala, en el Peloponeso, y he venido a Atenas para solicitar los papeles y regresar a mi país. No hay trabajo, ya no sé qué hacer”, explica cuando un compatriota le llama para que le ayude a hacerse entender con las autoridades: "Intenta regresar a su país, pero no habla ni inglés ni griego", afirma David y añade: “Jamás me olvidaré de Grecia, a pesar de las dificultades y las injusticias que he vivido…hace unos meses, me agredieron en la plaza Victoria, en Atenas. Mi padre me suplica cada día que vuelva al país. Es muy mayor. Puede morir y tengo miedo de no llegar a verle".

Programas de repatriación

Por su parte, Sar Ibrahim, de 24 años, es originario de Senegal, un país que la mayoría de los griegos no saben localizar en un mapa. Dice que no ha tenido la ocasión de hacer amigos en Grecia en los cinco años de su estancia. "Los únicos griegos que he conocido son los agricultores para los que he trabajado. E incluso con ellos, no tenía ninguna comunicación en especial”, nos cuenta. “Trabajaba en los olivares. Ya no me queda dinero porque todo lo que gané en los últimos años lo he gastado para vivir desde que no tengo trabajo. Hoy tengo miedo por mí, por mi futuro, por mi familia. Pero tengo que marcharme de Grecia".

Desde finales de 2010 se han presentado en la OIM 14.000 solicitudes de inmigrantes que viven en Grecia y desean volver a sus países de origen, y cada día, sobre todo últimamente, acuden decenas de personas.

Según las autoridades, entre los motivos por los que desean volver a sus países se encuentra sobre todo el creciente desempleo, la imposibilidad de obtener permisos de estancia (lo que les impide marcharse a otros países), y los ataques de los que son víctimas.

En 2012, 6.324 personas se marcharon de Grecia con el programa de repatriación, mientras que otras 800 personas fueron repatriadas con la ayuda financiera que ofreció Noruega. Se trata sobre todo de personas originarias de Afganistán, Pakistán, Bangladés e Irak. De ellas, 360 se integraron en un programa de ayuda para la apertura de establecimientos o un programa de formación para permanecer en su país.

Italia

Los inmigrantes parten hacia el norte de Europa

En Italia también ocurre que los miles de inmigrantes que han perdido su empleo por la crisis abandonan el país. Algunos vuelven a sus países de origen, pero la mayoría desea permanecer en Europa y emprenden camino hacia el norte, narra La Repubblica en un reportaje realizado en Treviso, en el noreste. “Son obreros, pero también hay empresarios que habían contraído préstamos para pagar su vivienda", explica el diario:

Tenían un proyecto: quedarse en Italia para siempre y regresar a Marruecos o a Bangladés únicamente para las vacaciones. Para visitar a la familia y demostrar a todos que han triunfado. […] "Muchos han perdido su trabajo en las fábricas o han tenido que cerrar sus Pymes y vuelven a casa después de haber agotado los ahorros de toda una vida o buscan un futuro en el extranjero”, explica un mediador cultural marroquí. “En Francia, en Alemania, en los Países Bajos y en Bélgica todavía existe un gran sistema de protección social. Hay ayudas generosas para buscar alojamiento y empleo. Según un voluntario, “la peor parte se la llevan los niños y los jóvenes, pues tienen que abandonar el colegio para ir a los países de origen de los padres, sitios que ni siquiera conocen.

Tags
¿Te ha gustado este artículo? Nos alegra mucho. Se encuentra disponible para todos nuestros lectores, ya que consideramos que el derecho a la información libre e independiente es esencial para la democracia. No obstante, este derecho no está garantizado para siempre, y la independencia tiene su precio. Necesitamos tu apoyo para seguir publicando nuestras noticias independientes y multilingües para todos los europeos. ¡Descubre nuestras ofertas de suscripción y sus ventajas exclusivas y hazte miembro de nuestra comunidad desde ahora!

¿Eres un medio de comunicación, una empresa o una organización? Consulta nuestros servicios editoriales y de traducción multilingüe.

Apoya el periodismo europeo independiente

La democracia europea necesita prensa independiente. Voxeurop te necesita a ti. ¡Únete a nosotros!

Sobre el mismo tema