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La Comisión Europea podría llevar en breve a Francia ante el Tribunal de Justicia Europeo. "La Comisión había recibido garantías políticas de que no se habían emprendido acciones contra ningún grupo étnico", explica en Libération Viviane Reding, la comisaria responsable de Justicia y de Derechos Fundamentales. Pero en una circular ministerial, revelada por la prensa francesa, se hacía mención a los gitanos, por lo que se contradicen estas medidas y es lo que ha impulsado a Bruselas a iniciar el expediente contra París. Si el Tribunal da la razón a la Comisión, "Francia podría verse obligada a corregir la situación o bien a pagar multa, aunque no suele ser lo habitual", explica Público, que además precisa que el conjunto del procedimiento podría tardar años.
En este "procedimiento ante todo político", París no cuenta con el apoyo de ningún otro Estado miembro, destaca el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung. El diario alemán estima que "no sólo está en juego el poder de los tratados de la UE", sino también "la interpretación de la dignidad humana de cada ciudadano de la Unión, pues la Comisión no permitirá que exista duda alguna sobre el hecho de que la UE es un modelo de respeto de los derechos humanos".
En Madrid, El País opina que "la Comisión Europea intenta responder a la inanidad de Barroso" y su "decepcionante condescendencia" sobre la cuestión de la expulsión de los gitanos en Francia. Según el diario, la decisión anunciada por Viviane Reding recuerda que "en la Unión Europea, el populismo electoral a costa de las minorías tiene sus límites". El Ejecutivo de Bruselas "ha salvado su dignidad" y el diario espera que la iniciativa de la Comisión marque "un punto de inflexión en el repudio y la condena de las medidas populistas adoptadas por los Gobiernos de algunos Estados miembros durante los últimos años".
Por su parte, Gazeta Wyborcza apuntaque "Francia se ha desprestigiado". "Ni Francia ni ningún otro país tan influyente había recibido jamás tales acusaciones por parte de la Comisión, que hasta ahora hacía todo lo posible para evitar enfadar a París", destaca el diario de Varsovia. Pero "condenar la xenofobia no es suficiente: también es necesario poner solución a la deficiente integración de las comunidades de gitanos en las sociedades europeas".
Reding no sólo se refiere a la situación de los gitanos
"Resulta gratificante ver con qué fuerza se atreve a criticar Viviane Reding a un gran y poderoso miembro de la UE como Francia", constata Dagens Nyheter. Pero el diario sueco se pregunta si "el ataque de Reding sólo se refiere a la situación de los gitanos. Durante años, recuerda, "el poder de la Comisión se ha ido reduciendo y los jefes de Estado han actuado cada vez más a su libre albedrío. Si la Comisión quiere defender su posibilidad de intervenir y de obligar a respetar las leyes de la UE a todos los Estados miembros, sea cual sea su importancia, ahora es el momento idóneo para hacerlo".
"¡Ya basta!", exclama el diario Adevărul desde Bucarest, asombrado por el hecho de que "la auténtica prueba de resistencia de los fundamentos de la UE no proceda de lo más profundo del abismo presupuestario griego, portugués o español, sino de los miserables asentamientos de cartón de los gitanos que emigraron de Rumanía a Francia". Se pregunta además "de dónde procede tanta cólera" por parte de Viviane Reding. "Quizás porque detrás de la hipocresía oculta tras los 300 euros [la cantidad dada a las familias de romaníes que salen del país voluntariamente] han resurgido las ideas políticas de hace 70 años, o porque mañana quizás París nos expulse sólo por poseer un pasaporte rumano o porque nos sentemos sobre la hierba".
Sin embargo, Le Figaro asegura que, "París no tiene que ‘avergonzarse’ de nada, por mucho que diga la comisaria Viviane Reding. Si las instancias de la Unión se hubieran preocupado aunque fuera un poco de la suerte de los entre 10 y 12 millones de personas que sus países se niegan sistemáticamente a integrar y que vagan por Europa, no estaríamos en esta situación". El diario conservador añade que "al pisar los talones a los que establecen paralelismos absurdos con la exterminación nazi de los judíos, la Comisión no va a mejorar la imagen desgraciadamente poco afortunada que ya tienen de ella los franceses. Al disponerse a iniciar un procedimiento sancionador contra Francia, el equipo de José Manuel Barroso aviva el fuego de un debate malsano y favorece las reacciones más extremistas".
