Un regimiento de la armada rusa del aire ensaya para el desfile del 9 de mayo de 2010 en la Plaza Roja de Moscú.

Rusia divide a la Alianza

El nuevo concepto estratégico de la OTAN, presentado el 14 de octubre, divide a los europeos entre los que pretenden integrar a Rusia en la Alianza, los que aún ven en este país un posible enemigo y los que anteponen las relaciones con Washington a todo lo demás.

Publicado en 15 octubre 2010 a las 15:13
Un regimiento de la armada rusa del aire ensaya para el desfile del 9 de mayo de 2010 en la Plaza Roja de Moscú.

Durante los casi cincuenta años que duró la guerra fría, la OTAN adoptó cuatro conceptos estratégicos. El que debatieron el 14 de octubrelos ministros de Defensa y de Asuntos Exteriores de la Alianza es el tercero tras el hundimiento de la Unión Soviética. También es uno de los más polémicos.

Desde el punto de vista de Polonia, la idea de integrar a Rusia en el sistema de seguridad europeo es más que discutible. Sin embargo, esta propuesta la defiende a ultranza Anders Fogh Rasmussen, secretario general de la organización. En su opinión, los rusos deberían construir junto a los occidentales el escudo de defensa antimisiles, ideado por Washington con el fin de proteger a Europa de ataques procedentes de Oriente Próximo.

Tres divisiones

Las propuestas de Rasmussen ilustran claramente las divisiones en la OTAN. La consultora estadounidense Stratforha identificado tres grupos de países que se oponen al futuro de la Alianza: el núcleo duro de Europa (Alemania, Francia y sus aliados del sur de Europa), los atlantistas (es decir, Gran Bretaña y los países del Benelux) y el grupo constituido por los miembros más recientes de la OTAN de Europa Central.

Para el primer grupo de países, lo que cuenta ante todo es la integración de Rusia en el sistema de seguridad europea. El segundo grupo aboga sobre todo por el mantenimiento de unas relaciones lo más cercanas posibles con Estados Unidos y considera que el reto principal es la lucha contra el terrorismo. Para los países del tercer grupo, la amenaza es Rusia, por lo que ante todo desean tener la seguridad del apoyo de sus aliados en caso de un ataque procedente del Este, sea cual sea su forma, ya sea clásica, o por ejemplo, cibernética.

Recibe lo mejor del periodismo europeo en tu correo electrónico todos los jueves

El 14 de octubre, el secretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen, que redactó las 10 páginas del proyecto del concepto estratégico, intentó encontrar una solución de compromiso entre estas tres tendencias. "La defensa de los 900 millones de ciudadanos de los países de la OTAN debe seguir siendo el núcleo de nuestra misión. Pero debe realizarse teniendo en cuenta los desafíos actuales y aplicando con valentía iniciativas que vayan más allá de las misiones del pacto", declaró.

Un club de discusiones

Sin embargo, los asuntos que crean descontento son varios. No sólo son relativos a la doctrina de la OTAN, sino también a los medios financieros que los aliados están dispuestos a destinar en tiempos de crisis para la defensa común. Rasmussen ha advertido de que Estados Unidos buscará a otros aliados si los europeos escatiman en sus ejércitos. Sin embargo, incluso Reino Unido ha anunciado que iba a reducir un 10% sus gastos en este ámbito. Actualmente, el presupuesto militar británico de 42.500 millones de euros al año es el segundo entre los más elevados de Europa, después del presupuesto de Francia.

Por su parte, Alemania anunció recortes de hasta 6.300 millones de euros. En todas estas discrepancias, Polonia está de parte de los estadounidenses. Y estos últimos están cada vez más cansados de este debate sin fin. El presidente Barack Obama, que teme que la OTAN se convierta en un club de discusiones, desea suprimir la norma de la unanimidad que rige el proceso de toma de decisiones de la Alianza desde hace 61 años.

También insiste en que, en tiempos de crisis, se debe otorgar al secretario general amplios poderes, dignos de un auténtico comandante jefe de la Alianza. Esta idea es la que suscita más escepticismo entre los miembros europeos de la OTAN.

Disuasión

Las armas nucleares, cuestionadas

Desde que el presidente estadounidense Barack Obama expresara su deseo de un mundo “libre de armas nucleares", varios países de la OTAN quieren aprovechar la revisión estratégica de la Alianza para lograr la retirada de las cabezas nucleares estadounidenses instaladas en el continente. A la postura de Alemania, precursora de esta idea, "se han unido países como Noruega, Países Bajos y Bélgica", señala Le Monde. Pero en París, que aprecia su fuerza de disuasión autónoma, "la idea de esta retirada no entusiasma en absoluto". "Estas diferencias entre París y Berlín, delicadas desde hace meses, se materializan en varias cuestiones", explica el diario. "¿Qué idioma común deberá plantearse en Lisboa sobre la disuasión? ¿Qué equilibrio se encontrará entre el escudo antimisiles y la disuasión? ¿Qué modalidad debe adoptar este escudo, que parece convertirse en la piedra angular de la relación transatlántica?".

Tags
¿Te ha gustado este artículo? Nos alegra mucho. Se encuentra disponible para todos nuestros lectores, ya que consideramos que el derecho a la información libre e independiente es esencial para la democracia. No obstante, este derecho no está garantizado para siempre, y la independencia tiene su precio. Necesitamos tu apoyo para seguir publicando nuestras noticias independientes y multilingües para todos los europeos. ¡Descubre nuestras ofertas de suscripción y sus ventajas exclusivas y hazte miembro de nuestra comunidad desde ahora!

¿Eres un medio de comunicación, una empresa o una organización? Consulta nuestros servicios editoriales y de traducción multilingüe.

Apoya el periodismo europeo independiente

La democracia europea necesita prensa independiente. Voxeurop te necesita a ti. ¡Únete a nosotros!

Sobre el mismo tema