Noticias Elecciones alemanas 2013
En una calle de Múnich, el 2 de septiembre de 2013, un póster del partido de izquierda Die Linke.

“En diez años estaremos en el Gobierno”

En las elecciones legislativas del 22 de septiembre, uno de cada diez electores será de origen extranjero. Los partidos se disputan más de 5,5 millones de votos, mientras abren tímidamente sus listas a candidatos procedentes de la inmigración.

Publicado en 10 septiembre 2013 a las 15:41
En una calle de Múnich, el 2 de septiembre de 2013, un póster del partido de izquierda Die Linke.

Berlín, jardín del Kronprinzenpalais. Se celebra la fiesta estival de los cristiano-demócratas (CDU). El ministro de Transportes, Peter Ramsauer, posa como suele ser habitual con una jarra de cerveza bávara, pero la canciller Angela Merkel se dirige claramente a otro electorado. Ante la luz de los flashes de los fotógrafos, corta carne para un kebab. Es una señal clara de que se acercan las elecciones. El próximo 22 de septiembre, los alemanes elegirán a los miembros del nuevo Bundestag [Parlamento]. "Los inmigrantes son cada vez más importantes para los partidos políticos", constata Orkan Kösemen, politólogo de la Fundación Bertelsmann y autor de un estudio sobre el comportamiento electoral de los inmigrantes. Actualmente, uno de cada diez ciudadanos con derecho a voto es de origen extranjero. Están en juego no menos de 5,5 millones de votos.

Al final de la Guerra Fría, resultaba fácil determinar las preferencias políticas de los inmigrantes. [[Los electores inmigrantes de origen polaco o soviético votaban tradicionalmente a los cristiano-demócratas]]. La CDU, dirigida por Helmut Kohl y la CSU bávara de Franz Josef Strauss, simbolizaban entonces el anticomunismo. En cambio, los antiguos Gastarbeiter, los trabajadores inmigrantes procedentes de Turquía y de los países árabes, se acercaban más a los social-demócratas del SPD. Estas divisiones persisten actualmente, pero los Verdes solicitan cada vez más abiertamente los votos de los inmigrantes, al igual que la extrema izquierda post-comunista.

Alemanes sin derecho a la doble nacionalidad

Cem Özdemir, hijo de un circasiano y de una turca de Estambul, dirige actualmente a los ecologistas alemanes. Precisamente los Verdes son los que han presentado en sus listas electorales al mayor número de candidatos de origen inmigrante (23 personas). Los ecologistas ya están representados en el Bundestag por diputados nacidos en Turquía, en Irán, o como es el caso de Agnieszka Brugger y Jerzy Montag, de la Polonia de la posguerra.

Lo sorprendente en este paisaje político es la hostilidad hacia los extranjeros de una parte del electorado del SPD, que es mucho mayor que entre el electorado cristiano-demócrata y superada únicamente por la de los electores de extrema derecha. Esta faceta anti-inmigración de los social-demócratas se asocia en gran medida a Thilo Sarrazin, exsenador de Berlín, miembro del consejo de administración del Banco Federal y autor hace tres años de La autodestrucción de Alemania, un apasionado manifiesto contra la inmigración procedente de los países musulmanes.

Recibe lo mejor del periodismo europeo en tu correo electrónico todos los jueves

"Sin duda, el SPD es un partido de inmigrantes", afirma su vicepresidenta Aydan Özoğuz, de origen turco. Sin embargo, los social-demócratas no han cumplido durante su mandato la promesa clave para muchos electores de origen extranjero: el derecho a la doble nacionalidad. Actualmente, los niños nacidos en Alemania de padres inmigrantes deben elegir al llegar a la mayoría de edad entre el pasaporte alemán o el del país de origen de sus padres.

Prudencia ante temas vinculados a inmigración

En cualquier caso, los social-demócratas parecen que no sufren con el caso Sarrazin, ni con el incumplimiento de las promesas y se disponen a obtener cerca de dos tercios de los votos de los alemanes de origen turco. Según un sondeo del instituto Data 4U, sólo el 7% de este mismo grupo electoral votaría a favor de la CDU.

Si bien los cristiano-demócratas lideran por ahora los sondeos, de vez en cuando reciben varapalos electorales en las elecciones a las alcaldías de las grandes ciudades. Angela Merkel ha logrado acabar con la resistencia en su propio partido sobre de cuestiones tan importantes como el abandono de la energía nuclear o la abolición del servicio militar obligatorio, pero sigue mostrándose muy prudente en lo relativo a las medidas políticas sobre inmigración. Se trata de una nueva forma de gobernar, por qué no, pero sin realizar cambios políticos sustanciales.

[[Es hora de realizar gestos de buena voluntad hacia los inmigrantes]]. En algunos casos, los musulmanes acceden a puestos importantes en la dirección de la CDU. Hace tres años Aygul Özkan, nacida en Hamburgo de padres turcos, se convirtió en ministra de Asuntos Sociales, encargada de cuestiones sobre mujeres, familia, sanidad e integración, en el estado de Baja Sajonia. Fue la primera política alemana de origen turco en ocupar un puesto ministerial. Entonces, los medios de comunicación dedicaron sus portadas al "rostro moderno de la CDU". Sin embargo, algunos miembros del partido mostraron su irritación, sobre todo cuando Özkan anunció que pensaba que no debía haber crucifijos en los colegios públicos.

Un partido fundado por musulmanes

El programa electoral de la CDU rechaza claramente la adhesión de Turquía a la Unión Europea, se opone a la idea de la doble nacionalidad y al derecho al voto de los extranjeros fuera de la Unión Europea en las elecciones locales.

Las posibilidades electorales de la CDU en la comunidad musulmana no mejorarán tras la publicación de un reciente artículo del semanario Der Spiegel. Esta revista cita una nota desclasificada de una conversación del canciller Kohl con la primera ministra británica Margaret Thatcher en 1982, en la que el canciller no ocultaba su deseo de librarse de la mitad de los turcos alemanes, pagando a los que estuvieran dispuestos a marcharse.

Por aquel entonces, unas declaraciones así no resultaban sorprendentes. "Hoy sería difícil ganar unas elecciones llevando a cabo una campaña contra los inmigrantes", analiza Orkan Kösemen. [[Sin embargo, la sociedad alemana aún no muestra signos de apertura]]. Sólo el 11% de los alemanes afirman que estarían satisfechos si el futuro canciller fuera de origen extranjero. Cerca de un tercio de la población estaría claramente insatisfecho, según los resultados de un sondeo del instituto YouGov.

Sin embargo, las elecciones legislativas de este año estarán abiertas en 3 de los 16 Länder al partido BIG (Alianza para la Innovación y la Justicia), fundado por musulmanes y que supuestamente representa a los inmigrantes. "En diez años estaremos en el Gobierno", afirma Ismet Misirlioglu, uno de sus líderes. Estas declaraciones sin duda son exageradas, pero los partidos tradicionales deberían tomarse en serio estas palabras. Si decepcionan a los inmigrantes, tarde o temprano las nuevas formaciones políticas acabarán captando a este electorado.

Tags
¿Te ha gustado este artículo? Nos alegra mucho. Se encuentra disponible para todos nuestros lectores, ya que consideramos que el derecho a la información libre e independiente es esencial para la democracia. No obstante, este derecho no está garantizado para siempre, y la independencia tiene su precio. Necesitamos tu apoyo para seguir publicando nuestras noticias independientes y multilingües para todos los europeos. ¡Descubre nuestras ofertas de suscripción y sus ventajas exclusivas y hazte miembro de nuestra comunidad desde ahora!

¿Eres un medio de comunicación, una empresa o una organización? Consulta nuestros servicios editoriales y de traducción multilingüe.

Apoya el periodismo europeo independiente

La democracia europea necesita prensa independiente. Voxeurop te necesita a ti. ¡Únete a nosotros!

Sobre el mismo tema