Detalle de la foto policial de Iratxe Sorzabal, presunta dirigente de ETA.

Las mortíferas amazonas de ETA

El 31 de julio se cumple el quincuagésimo aniversario de la creación de ETA, el movimiento terrorista vasco que, en su lucha por lograr un estado separado que se extendería a ambos lados de las fronteras de España y Francia, ha acabado con la vida de casi 900 personas. En una semana en la que ha vuelto a actuar, un informe en The Observer revela que el movimiento, debilitado desde el alto el fuego frustrado de 2006, se encuentra actualmente en periodo de reconstrucción, con un grupo de mujeres a sus riendas.

Publicado en 29 julio 2009 a las 16:50
Detalle de la foto policial de Iratxe Sorzabal, presunta dirigente de ETA.

En los Jardines de Albia en Bilbao, alrededor de 50 manifestantes de avanzada edad caminan lentamente bajo los árboles. Casi todas son mujeres con gesto severo y alzan pancartas con fotografías. Aunque se trata de una manifestación pacífica, los rostros de las fotografías de hijos, hijas, maridos, mujeres y hermanos presos, pertenecen a integrantes de ETA, el grupo vasco separatista que ha asesinado a 800 personas en atentados y tiroteos en las últimas cuatro décadas. Las fotos más recientes, con los rostros más jóvenes, son de muchas mujeres. Son algunas de las 750 personas que se encuentran actualmente en prisión por delitos relacionados con ETA.

Para la mayoría de los españoles, los miembros de ETA son terroristas sanguinarios. Para las personas que sostienen las pancartas en los Jardines de Albia, son "prisioneros políticos" o "patriotas". “¿Que por qué hemos matado a algunos enemigos de nuestra gente? Porque nos han obligado", así es como lo explica Manuel, tío de Irantzu Gallastegui, una mujer que participó en el famoso secuestro y asesinato del joven concejal vasco Miguel Ángel Blanco.

Actualmente, el frágil liderazgo de ETA tiene sus bases principalmente en la frontera de Francia. En las paredes de las comisarías de policía del sur de Francia cuelgan pósters de “Los más buscados” con las fotos de seis miembros de la banda. Cuatro son hombres, que han sido capturados desde que se imprimió el póster, hace 15 meses. Las dos que aún están libres son mujeres: Iratxe Sorzabal e Izaskun Lesaka.

El equilibrio de sexos que se refleja en el póster es síntoma de un profundo cambio en este grupo de raíces católicas y conservadoras. ETA anteriormente era un mundo de hombres. Durante años, la función pública de las mujeres era principalmente la de madres apenadas a los pies de las tumbas de los activistas masculinos. "Se las consideraba las guardianas de la llama", afirma Jesús Casquete, de la Universidad del País Vasco.

Recibe lo mejor del periodismo europeo en tu correo electrónico todos los jueves

Iratxe Sorzabal e Izaskun Lesaka son la prueba de lo que han avanzado las mujeres en la organización de ETA desde entonces. Relacionada con el grupo durante más de una década, Sorzabal, ahora de 37 años, fue encarcelada en Francia durante dos años en 1997, después de ser detenida con dos hombres armados de ETA en una granja que pertenecía a separatistas bretones. Al volver a España en 1999, se convirtió en profesora de Euskera en Irún y en portavoz de los prisioneros de ETA. Fue arrestada y posteriormente puesta en libertad en 2001, al no contar con suficientes pruebas para demostrar que fuera miembro de un comando de ETA, por lo que se trasladó a Francia, donde protagonizó frecuentes escapadas milagrosas, a diferencia de otros de sus colegas del grupo de "Los más buscados". En febrero, junto al entonces jefe de operaciones de ETA, Iurgi Mendinueta, sufrió un accidente en un vehículo que habían robado. Antes de huir, cavaron un agujero cerca para ocultar un ordenador portátil. También había una fotografía de Sorzabal con un niño de corta edad. No es la primera mujer operativa en ETA que ha criado a niños con nombres falsos en pequeñas ciudades francesas.

Los expertos estiman que forma parte de los halcones de ETA, es decir, los integrantes que creen que deben continuar los asesinatos si desean hacer realidad el sueño del estado vasco, formado por cuatro provincias españolas y parte del suroeste francés. Ahora se encuentra entre los miembros mejor posicionados para ocupar el puesto de Mendinueta.

Izaskun Lesaka, de 34 años, puede que cuente con más antigüedad en la jerarquía de ETA. Huyó de España en 2002. Los datos recientes que se tienen sobre ella son escasos. Según los informes, es la autora de los comunicados de ETA y uno de los tres miembros que ejercen el control político sobre el grupo y que dan órdenes a los comandos. Sólo unas cuantas mujeres han llegado tan alto. "La forma de llegar a ser líderes es participar en comandos activos", afirma la historiadora Carrie Hamilton. "Es inevitable que, en algún momento, algunas de ellas ocupen posiciones de liderazgo".

Las estadísticas y los casos de los que se tiene constancia indican que la situación ha cambiado a gran velocidad desde 2002, cuando sólo el 12% de los prisioneros relacionados con ETA eran mujeres. En 2009 esa cifra ha llegado casi al 25%. Si las últimas detenciones nos sirven de indicación, la proporción ahora se encuentra cerca de la mitad. Este hecho no sorprende a todo el mundo. Las mujeres han estado presentes en ETA desde el principio, aunque casi siempre con funciones en un segundo plano. Gestionaban hogares seguros, ocultaban a activistas o mantenían alijos de armas. Seguían a políticos o a agentes de policía a misa y se sentaban recatadamente en las últimas filas de la iglesia.

Para las primeras mujeres que formaron parte de comandos, su sexo fue un obstáculo. La más célebre fue Idoia López Riaño, alias La Tigresa, una glamourosa pistolera de ojos verdes a la que la policía, los periodistas y algunos antiguos compañeros arrepentidos han descrito como una "devora-hombres" y un monstruo asesino. Según cuenta la leyenda, se dedicaba a frecuentar discotecas en busca de jóvenes policías, para pasar con ellos una noche y luego con calma, asestarles un tiro pocos días después. Actualmente cumple una sentencia de 30 años de cárcel por 23 asesinatos. "Solía quejarse de que las mujeres tenían que esforzarse el doble que los hombres para demostrar su valía", comentó un antiguo compañero.

En la pasada década ha surgido una nueva tendencia. El primer símbolo de cambio fue el de Olaia Castresana, una profesora de educación infantil de 22 años de San Sebastián. Durante la semana, cuidaba de niños menores de seis años y al llegar el fin de semana y en sus vacaciones, hacía saltar por los aires cosas y a personas para ETA. Finalmente, una bomba le estalló en las manos en un complejo turístico en Torrevieja en 2001. La fuerza de la explosión hizo que cayeran a una piscina cercana trozos de edificios y partes del cuerpo. Castresana se convirtió en una nueva "mártir”. Posteriormente, ETA puso su nombre a un comando.

La policía observó pronto un aumento en el número de mujeres en ETA. Algunas como Soledad Iparraguirre lideraban comandos. Iparraguirre era legendaria entre la policía española, ya que había jurado venganza tras la muerte de su novio en un tiroteo cuando ella tenía 20 años. La policía la localizó en 2004, junto al líder de ETA Mikel Albisu, en una granja francesa. Descubrieron también al hijo de ambos, conocido como Pierre, de ocho años de edad.

La vida continúa en este día de muerte en el País Vasco en una Herriko Taberna de Bilbao. De la pared cuelgan tres filas de fotografías en color: son de las 24 personas que están en prisión procedentes de este barrio. Siete de ellas son mujeres. No hay duda de quiénes son los héroes de los que frecuentan este lugar. La camarera admite que los conoce, pero no quiere hablar. "Yo misma he sido reclusa", explica mientras llena vasos de cerveza. "No quiero arriesgarme".

ANÁLISIS

¿Qué motiva a los terroristas, 50 años después?

ETA ha cometido hoy un nuevo atentado en Burgos, dejando casi una cincuentena de heridos, como sangrienta y trágica celebración de los cincuenta años de la creación del movimiento terrorista. Fernando Reinares, catedrático de Ciencia Política en la Universidad Juan Carlos I y especialista en terrorismo, analiza para el diario El País los factores y motivaciones personales y sociales que mueven a los terroristas. "Un nacionalismo de carácter étnico y excluyente (...)incompatible con valores democráticos, proclive a la intolerancia y a justificar la violencia" sería el común denominador de los activistas de ETA.

Pero existirían otras motivaciones individuales. La creencia en que "la violencia era útil para conseguir la independencia", las "fundadas expectativas de éxito", la existencia del "santuario francés" como refugio tras cometer las acciones terroristas, o el "prestigio social" en determinado ámbito de la población vasca. Los jóvenes que entran en ETA también se moverían por "pasiones": la frustración, el "odio a España y lo español", y la venganza, serían productos de la "subcultura de la violencia" en la que han crecido. La necesidad de "afirmarse como vascos(…)en el marco de redes sociales basadas en ligámenes afectivos de amistad o parentesco” sería un criterio principal. Habiendo gozado durante el franquismo de cierto reconocimiento social, hoy, concluye Reinares, los terroristas no serían "más que un centenar de pistoleros a los que su sociedad ha dado la espalda”.

Tags
¿Te ha gustado este artículo? Nos alegra mucho. Se encuentra disponible para todos nuestros lectores, ya que consideramos que el derecho a la información libre e independiente es esencial para la democracia. No obstante, este derecho no está garantizado para siempre, y la independencia tiene su precio. Necesitamos tu apoyo para seguir publicando nuestras noticias independientes y multilingües para todos los europeos. ¡Descubre nuestras ofertas de suscripción y sus ventajas exclusivas y hazte miembro de nuestra comunidad desde ahora!

¿Eres un medio de comunicación, una empresa o una organización? Consulta nuestros servicios editoriales y de traducción multilingüe.

Apoya el periodismo europeo independiente

La democracia europea necesita prensa independiente. Voxeurop te necesita a ti. ¡Únete a nosotros!

Sobre el mismo tema