Un cubo de basura en Estocolmo.

Los felices basureros de Europa

Mientras unos se hunden bajo montones de basura, considerada como una carga, otros ganan dinero con ella. El semanario Polityka reflexiona sobre la floreciente industria sueca de los residuos.

Publicado en 23 mayo 2011 a las 16:06
anna_t  | Un cubo de basura en Estocolmo.

Hace justo cien años, Suecia ponía en marcha su primera instalación de incineración de residuos. Desde entonces, los residuos se han convertido en la principal fuente energética sueca, por delante del petróleo y del gas. Aportan más energía que las instalaciones hidráulicas y la energía nuclear juntas.

La biomasa, compuesta por residuos vegetales y animales (y también humanos) se emplea en la producción de electricidad y de calor. Es un carburante para el transporte y una materia prima para la industria. La calefacción de la mayoría de las ciudades suecas procede de centrales térmicas alimentadas directamente con la combustión de los residuos o bien con el biogás que se produce a partir de éstos.

Actualmente, la calefacción de la capital sueca se garantiza principalmente con la central de cogeneración de Högdalen y algunas instalaciones secundarias, situadas en la proximidad de los barrios de viviendas. ¿Se han producido alguna vez protestas de los habitantes? Jamás. A los responsables de la central de Högdalen les gusta señalar que el gas que emiten sus chimeneas contiene tantas sustancias tóxicas como el humo expulsado en la calle de tres fumadores. Así lo confirma la inspección encargada de la protección medioambiental.

Estocolmo, la primera "capital verde" de Europa

En Suecia, únicamente el 1% de los residuos acaba en vertederos. Se trata sobre todo de las sustancias más peligrosas, que se almacenan en contenedores herméticos que impiden la contaminación de la atmósfera o de las capas freáticas.

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Estocolmo fue la primera ciudad de la Unión Europea que recibió (en 2010) el título de "capital verde" de Europa. El barrio ecológico Hammarby Sjöstad se ha convertido en una tarjeta de visita que se exhibe con orgullo ante expertos y turistas atraídos por esta etiqueta. Este barrio de varias decenas de miles de habitantes alcanzará dentro de poco la autosuficiencia energética.

Ahora, todos los residuos domésticos y las aguas residuales se dirigen hacia las estaciones de tratamientos situadas en las proximidades, donde se transforman en biocarburante que se utiliza posteriormente en la cercana central térmica. Una serie de potentes bombas de calor extraen el calor del agua fría del canal que conecta el lago Mälaren, sobre el que se encuentra la capital, con el mar Báltico. Todo esto tiene lugar a sólo 4 kilómetros del centro de Estocolmo, sobre las antiguas zonas industriales y portuarias.

Los suecos, a por el "oro de Nápoles"

La filial del tratamiento de residuos, que se beneficia de un régimen fiscal ventajoso, es tan rentable que incluso empiezan a faltar residuos. En Gotemburgo, desde hace varios años, se iba en su búsqueda hasta Stavanger, la capital noruega de la industria petrolera. Pero Noruega, aunque rebosa de petróleo y de gas, también se ha pasado a la utilización de los residuos como fuente energética.

Por ello, los suecos ahora centran su atención en Nápoles, una ciudad literalmente cubierta de basura. Estos residuos, que son una fuente de problemas para los italianos, son una auténtica mina de oro para la sociedad sueco-noruega que prevé la adquisición de hasta un millón de toneladas al año y estima desembolsar alrededor de 90 euros por tonelada. Haciendo alusión a la película de culto de Sofía Loren, los residuos van camino de convertirse en el auténtico "oro de Nápoles".

La empresa energética Hem, con sede en Halmstad (al sur de Gotemburgo), está dispuesta a resolver la crisis de la basura no sólo en Nápoles, sino también en otras ciudades europeas, tal y como asegura uno de sus directivos, Per Aalund. En Europa, alrededor de 150 millones de toneladas de residuos se encuentran en vertederos, con lo que se infringen las leyes europeas. "Estaremos encantados de hacernos cargo de ellos", afirma.

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