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El líder del Partido Social Demócrata y futuro primer ministro, Pedro Passos Coelho, tras anunciarse la victoria de su formación en las elecciones generales (Lisboa, 5 de Junio de 2011).

Portugal vira a la derecha... hacia más austeridad

Incluso habiendo ganado las elecciones generales del 5 de junio, la hasta ahora oposición conservadora portuguesa no podrá esquivar las radicales medidas de austeridad acordadas con la UE y el FMI para atajar la crisis de deuda. Las mismas medidas que han costado al primer ministro saliente, José Sócrates, el cargo.

Publicado en 6 junio 2011 a las 14:55
El líder del Partido Social Demócrata y futuro primer ministro, Pedro Passos Coelho, tras anunciarse la victoria de su formación en las elecciones generales (Lisboa, 5 de Junio de 2011).

Como era de esperar, Portugal inició ayer un nuevo ciclo político. Los seis años de gobiernos socialistas llegaron a su fin con la dimisión inevitable del primer ministro José Sócrates, dado el alcance de la derrota sufrida por el Partido Socialista (PS). Pero es de sobra conocido que este cambio de ciclo deriva en gran medida de un voto de castigo contra José Sócrates. Una protesta contra la ayuda exterior, la crisis económica y el fracaso de un estilo de gobierno. Es decir, existía un deseo mayor de ver a Sócrates fuera del poder que de ver [al líder del Partido Social Demócrata y posible futuro primer ministro] Pedro Passos Coelho subiendo las escaleras de São Bento [sede del Gobierno].

Esto plantea un duro reto al hombre que va a liderar la nueva mayoría de centro-derecha. Aunque obtuvo una cómoda victoria que le otorgará mayor margen para negociar con el líder del Partido Popular, Paulo Portas, Passos Coelho sabe que no se ha ganado por completo la confianza de los portugueses. Y se someterá a prueba en el contexto más difícil: el de la ejecución del programa severo de la troika (UE, BCE y FMI).

El paisaje político ha cambiado. Pero, tal y como se esperaba, Portugal despertará hoy de la campaña como si hubiera sido tan solo un intervalo entre la firma del acuerdo con la troika y la aplicación de lo que realmente es el programa del Gobierno. Volvemos a la pesadilla tras unas semanas de descanso, cuando lo único que hemos hecho ha sido elegir quién ejecutará ese programa.

La crisis ha despertado más indiferencia que sentido de la urgencia

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Y si volvemos a la realidad, sabemos que sólo será posible cumplir dicho acuerdo con la implicación de las tres partes del arca de la troika. No necesariamente como un Gobierno de tres patas, pero sí con sólidos acuerdos parlamentarios. Surgirán innumerables obstáculos para aplicar el acuerdo, desde protestas sociales hasta argumentos sobre si el acuerdo infringe o no la Constitución.

En cualquier caso, la dimisión de José Sócrates ha sido un alivio para los socialistas. El ciclo de su Gobierno ha llegado a su fin y el partido ahora tiene la oportunidad de renovarse. Es el proceso normal en una democracia y no hay nada dramático en ello. Los socialistas deben reflexionar sobre algunos errores, redefinir la función del partido en la sociedad portuguesa y reanudar el debate interno que se esfumó bajo el liderazgo de Sócrates. Unas últimas palabras, sobre la izquierda “antitroika” y sobre la abstención.

La abstención fue superior que en 2009 y ha llegado a los niveles más altos de todos los tiempos. Se trata de un síntoma preocupante. La crisis ha inspirado más indiferencia que una sensación de urgencia. Pero no menos preocupante es el hecho de que las listas electorales sigan totalmente alejadas de la realidad y es algo que no preocupa a nadie. Si estuvieran bien definidas, la abstención sería inferior y el rigor mayor. Pero ¿a quién interesaría?

Contexto

Duro golpe a la izquierda

"Giro completo a la derecha", se lee en la portada de Jornal de Noticias para resumir el viraje de Portugal tras las elecciones generales del 5 de junio. En su cabecera lleva también las imágenes de los dos vencedores de los comicios, el líder del Partido Social Demócrata (PSD) y futuro primer ministro, Pedro Passos Coelho, y el líder del conservador Centro Democrático y Social-Partido Popular (CDS-PP), Paulo Portas. El PSD obtuvo el 39% de los votos y 105 diputados en un parlamento de 230 escaños; el CDS-PP consiguió 24, lo que da la mayoría absoluta al centro-derecha en la cámara. Al otro lado, el Partido Socialista (PS) del primer ministro saliente, José Sócrates, perdió 24 diputados en beneficio del PSD y se quedó en 73. Más a la izquierda, la Coalición Demócrata Unitaria (CDU), de comunistas y verdes, gana un escaño y se sitúa en 16, mientras que el Bloque de Izquierda (BE) ha caído de 16 a ocho diputados.

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