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En el imaginario colectivo finlandés existe una idea profundamente arraigada: en un establecimiento de telefonía, es bueno adquirir un producto de Nokia, no importa cuál. Pero esta idea ha resultado ser catastrófica.
Desde hace unos años, Finlandia sufre un retraso con respecto a otros países en lo relativo al uso de Internet móvil. Por ejemplo, la empresa de investigación Zokem indicaba recientemente en nuestras columnas que Finlandia registra un retraso de dos años en comparación con Estados Unidos.
Y esto se debe en gran parte a Nokia (1). La complejidad de los productos de la empresa ha reprimido el uso de los finlandeses de Internet y otras aplicaciones más elaboradas. De este modo, Nokia ha establecido los límites a los que deben atenerse los finlandeses en materia de nuevas tecnologías.
Más allá de Keilaniemi
Nokia también ha limitado el desarrollo de los teléfonos y de las redes a nivel nacional, un sector que, sin embargo, se desarrolla socialmente a escala mundial. La torpeza del gigante tampoco es ajena al hecho de que Skype, Spotify y Twitter se hayan creado fuera de Finlandia.
Esta situación evoluciona mientras el lugar de Nokia en el imaginario colectivo del país empieza a debilitarse. Actualmente, los finlandeses se atreven a elegir productos de otras marcas y demandan nuevas invenciones relacionadas con Internet.
Las empresas de Internet que surgen hoy pueden mirar más allá de Keilaniemi [el barrio donde se encuentra la sede de Nokia, cerca de Helsinki]. Es el caso, por ejemplo, de la empresa finlandesa Rovio, que desarrolló el videojuego Angry Birds, lanzado primero para Apple antes de conquistar el mundo.
Los límites de Nokia
Se trata de un gran problema, al menos si consideramos que el futuro de Finlandia se juega más bien en el ámbito de las nuevas tecnologías y no en el de la industria. Esto implica que en Finlandia aumenta el número de personas que se encuentran a la vanguardia de las nuevas tecnologías. Personas que no se atienen a los límites impuestos por Nokia en este ámbito.
No obstante, no hay que subestimar los logros de Nokia. El grupo impulsó la creación de una red de empresas y desarrolló los conocimientos gracias a los cuales surgió la “Finlandia de Internet”. Ha beneficiado en gran medida al país al convertirse en líder mundial en teléfonos móviles. Si los finlandeses empiezan a creer que el gigante aún puede renovarse, es posible que resucite.
Nokia tiene que renacer de sus cenizas. Pero si no es así, el camino que lleva a la reconciliación de Finlandia con Internet claramente ya se ha trazado. En tal caso, el último servicio que puede prestar Nokia a Finlandia quizás sea hundirse.
