El consejero delegado de G4S, Nick Buckles, compareció el martes 17 ante los diputados ingleses para responder a las preguntas relacionadas con la incapacidad de su compañía de seguridad de proporcionar el personal de seguridad suficiente para los Juegos Olímpicos. Tras haber conseguido un contrato de 284 millones de libras (362 millones de euros) para los Juegos Olímpicos, la semana pasada salió a la luz que G4S no podía reclutar a las 10.400 personas necesarias para velar por la seguridad durante el evento. Como consecuencia, se ha recurrido a 3.500 efectivos del ejército británico para cubrir dicha diferencia. En una tensa alocución, que el periodista de The Guardian Simon Hoggartdescribió como "horrible, dolorosa y casi bestial", Buckles admitió que la reputación de su empresa estaba "destrozada".
Live | IA, medios de comunicación y democracia: ¿una ecuación imposible?
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