A cerca de dos meses del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE, previsto el 23 de junio, los indecisos todavía son numeroso en el país. A David Cameron no le resultará fácil convencer a sus conciudadanos para votar por la permanencia, por el desastroso efecto para los partidarios de permanecer en la UE del escándalo que se ha desatado desde las revelaciones, hace una semana, de los fondos offshore que poseía su fallecido padre y de los que el primer ministro y su familia se habrían beneficiado.
A pesar de que Cameron ha hecho públicas sus declaraciones de la renta, no ha convencido de su buena fe ni a la oposición ni a los británicos.