Víctimas de los draconianos cortes presupuestarios impuestos por la crisis de la deuda, los griegos más desfavorecidos comienzan a dirigirse a las ONG humanitarias para tratar sus enfermedades. Consultado por EUobserver, Apostolos Veizis, el responsable de Médicos Sin Fronteras (MSF) Grecia, cuenta que un número creciente de ciudadanos griegos llaman a la puerta de los centros de atención implantados desde 1995 por MSF en el país. Estos están destinados a atender a los inmigrantes y refugiados albergados en los centros de detención provisional que no tienen acceso al sistema público de sanidad nacional.
"Con el agravamiento de la crisis económica, estamos enfrentándonos a los síntomas de un problema grave", manifiesta Veizis al sitio web de actualidad europea: "Actualmente, los jubilados, los parados, los vagabundos, los enfermos de SIDA y de tuberculosis también están privados de cobertura sanitaria". "Constatamos que los presupuestos de ciertos tipos de cuidados como la asistencia social y el tratamiento de ciertas enfermedades sufren recortes que llegan al 80%", añade Veizis, que denuncia la falta de existencias de material médico, de medicamentos y de sangre. Además, señala EUobserver, los gigantes farmacéuticos rechazan hacer entregas en ciertos hospitales por miedo a no ser pagados.