Según informaIl Manifesto, se sospecha que existe otro barco hundido en las profundidades del mar en la costa de Calabria. El diario romano supone que se podría tratar del Michigan, uno de los buques cargados con residuos nucleares que en los 80 zarparon del puerto de Carrara y que, tras ser rechazados por distintos puertos extranjeros, se hundieron misteriosamente en el Mediterráneo. Ya se han descubierto algunos de los naufragios, pero según antiguos socios del grupo criminal organizado 'Ndrangheta, que había “ganado” los contratos para su eliminación, aún podría haber toneladas de cargas tóxicas ocultas en el fondo del mar.
Ante la despreocupación de su propio gobierno para tratar este problema grave para la salud (segúnLa Repubblica el índice de cáncer entre la población joven del área es cuatro veces superior a la media nacional), el consejero de Medio Ambiente de la región de Calabria ha viajado hasta Bruselas para reunirse con el comisario Stavros Dimas. El consejero declaró que ya había pedido consejo a Roma, pero la contestación recibida fue un vergonzoso silencio. A corto plazo, Dimas utilizará la próxima sesión del Consejo Europeo de Medio Ambiente para recordar al gobierno italiano que los calabreses no son los únicos preocupados por lo que se oculta en el Mediterráneo.