El gigante energético francés GDF-Suez se niega a pagar la contraprestación de 500 millones de euros que le exige el gobierno belga a cambio de retrasar el cierre de las tres centrales nucleares que actualmente explota Electrabel (empresa filial de GDF-Suez). De Morgen recuerda el comentario hecho por el recientemente fallecido Karel van Miert, ex comisario europeo de la Competencia, que decía que “ningún político belga da la talla para enfrentarse a Electrabel". Según el diario flamenco, Gérard Mestrallet, presidente de GDF-Suez, “ha humillado al gobierno demostrando una arrogancia inaudita”.
El rotativo explica que el gobierno va a tener que apañárselas, probablemente pidiendo un préstamo, para conseguir los 500 millones de euros que GDF-Suez se ha negado a pagar. De Morgen considera que “El gobierno de Van Rompuy mantiene las tradiciones: a cambio de una propina (otro acuerdo alcanzado con GDF-Suez estipula que la empresa debe abonar una media de 240 millones de euros al año a partir del 2010), dejamos que en París nos sigan usando de felpudo, nos volvemos absolutamente dependientes en el terreno energético e impedimos que exista la libre competencia en el mercado de la energía”.