Los líderes de la eurozona puede que insistan en que la ruptura del euro “no se va a producir nunca” pero “algunos bancos no están ya tan seguros”, señala el New York Times.
Hay bancos, como Merrill Lynch, Barclays Capital y Nomura, que han publicado una gran cantidad de informes que examinan la probabilidad de una ruptura de la zona euro. “La crisis financiera de la zona euro ha entrado en una fase mucho más peligrosa”, escribía un analista de Nomura el pasado viernes. A menos que el Banco Central Europeo ayude allí donde los políticos han fracasado, “una ruptura del euro parece ahora más que posible, probable”, aseguraba el banco.
El informe citado por el diario de Nueva York manifiesta su sorpresa porque “los bancos de los grandes países europeos que se han visto recientemente afectados por la crisis no parecen estar tan nerviosos”.
Mientras en Estados Unidos existe una clara percepción de que Europa puede acabar rompiéndose, aquí creemos que Europa debe seguir como está”, afirmaba un banquero francés, resumiendo la opinión de las entidades francesas. “Así que nadie dice ‘Necesitamos un plan B por si acaso’.
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El Financial Times ha hecho un seguimiento de la noticia asegurando que las compañías internacionales están elaborando planes de contingencia.
Los fabricantes de coches, los grupos energéticos, las empresas de bienes y otras multinacionales están tratando de minimizar los riesgos, depositando sus reservas de efectivo en inversiones seguras y controlando los gastos no esenciales. El grupo de ingeniería Siemens ha llegado a crear su propio banco para depositar sus fondos en el Banco Central Europeo.
El diario de negocios londinense señala que “algunas empresas de escala global consideran que una ruptura del euro podría ser nefasta pero manejable”. También menciona que:
Algunos ejecutivos franceses, italianos y españoles dicen que tienen planes para capear turbulencias financieras y económicas graves, pero no específicamente para una ruptura del euro. El riesgo, en su opinión, es que la estabilidad de la región se vea sometida a una gran amenaza si trasciende que las empresas están barajando lo peor.
El diario económico francés LesEchos se centra en el regreso de las divisas nacionales que conllevaría la ruptura del euro. Informa de que:
Durante meses [la empresa británica que ejerce de ‘broker’ mundial] Icap ha estado operando discretamente a modo de prueba en su plataforma electrónica EBS con la hipótesis del regreso del dracma, es decir, [se han hecho ensayos] dentro del mayor mercado interbancario de divisas.
En Varsovia, la DziennikGazetaPrawnarecogeque los negocios de todo el mundo puede que estén preparando planes de contingencia, pero “las empresas polacas mantienen la calma”. Según un portavoz de Solaris Bus & Coach:
Si el euro se colapsa, no sería un batacazo para nosotros. De hecho, en nuestros pagos no operamos únicamente con euros, sino también con coronas checas o suecas.
Mientras tanto, el vicepresidente de una empresa que fabrica latas de aluminio afirma que “nadie sabe qué ocurrirá en la práctica si la zona euro se colapsa. Lo único que podemos hacer es establecer medidas preventivas contra las fluctuaciones de divisas”.