La comparecencia de Jacques Chirac ante un Tribunal Correccional es un hecho histórico en la justicia francesa. En toda la historia del país, sólo dos jefes de Estado se han sometido a juicio: Philippe Pétain, por su colaboración con la Alemania nazi y Luis XVI, durante la Revolución Francesa. El que fuera presidente francés de 1995 a 2007, será juzgado por "abuso de confianza y malversación de fondos públicos", en un caso relativo a 21 empleos ficticios pagados por su gabinete cuando ocupaba la alcaldía de París, de 1977 a 1995.
En contra del consejo del fiscal, que había solicitado un sobreseimiento en septiembre, la jueza de instrucción estimó que los cargos eran suficientes para juzgarle, al volver a ser un ciudadano más en términos legales tras haber estado protegido durante 12 años por la inmunidad presidencial. "Con tranquilidad, la justicia deberá saldar las cuentas de los pequeños y grandes arreglos del chiraquismo con la ilegalidad y el dinero negro", comenta Libération.