El periódico británico The Observer ha revelado que 800 británicos, la mayoría de los cuales sufre de enfermedades terminales, están en la lista de espera en la clínica suiza Dignitas. El suicidio asistido es legal en Suiza. En el Reino Unido, "cualquiera que ayude, induzca, aconseje o procure el suicidio de otra persona" puede ser condenado a penas de hasta catorce años de prisión.
El debate en el Reino Unido va bien cargado para aquellos que viajan a Suiza para ayudar a la pareja o a familiares a morir. Esta semana, informa The Observer, " un influyente grupo de diputados , dirigido por dos ex ministros del gobierno de Tony Blair, intentarán poner fin a lo que interpretan como una situación trasnochada e inhumana".