“Orbán: ‘ahora llega el momento de la consolidación’”. Como la mayor parte de los periódicos húngaros, Magyar Hírlap consagra su portada a la entrevista que el primer ministro concedió a la agencia de noticias estatal MTI para defender unas reformas institucionales tan profundas como polémicas.
Viktor Orbán “no ve motivos para cambiar las leyes ya aprobadas”,informa el diario próximo al Fidesz, el partido en el poder. Orbán declaró a la MTI que “el Gobierno ha aumentado la independencia del banco central”, al estar dispuesto a negociar con el FMI “sin condiciones previas”.
Respecto a las críticas europeas, pide “un juicio equilibrado” por parte de la Comisión Europea y subraya que “las críticas de la prensa internacional son opiniones personales”. Está convencido de que
“no hay nada nuevo en la situación actual: cuando la izquierda no gobierna, la oposición y sus partidarios extranjeros consideran que es el fin de la democracia”. “Pero somos nosotros los que siempre hemos sido demócratas y los que hemos luchado por la democracia, mientras que nuestros adversarios actuales defendieron la dictadura comunista”.
Estos “malhechores del país”, tal y como los califica el Magyar Hírlap en su editorial,
“no quieren hacer caer solo a Orbán, sino a todo lo que es húngaro. Quieren que la democracia de la mayoría fracase, la democracia de la voluntad del pueblo húngaro. No queda otro camino que el de luchar por nuestra independencia, por nuestra tierra, por nuestra patria”.