Nicolas Sarkozy ha dicho que “lamenta” lo ocurrido, el diario Le Figaro lo considera un “asunto de Estado”, y el diario Libération ilustra alegremente toda la edición del viernes con fotos de las manos. El escándalo sobre el partido de clasificación a la Copa del Mundo que se disputó el miércoles por la noche, en el que Francia eliminó a Irlanda gracias a que Thierry Henry hiciera trampa controlando el balón con la mano, parece dispuesto a seguir creciendo.
El Irish Independentabría su edición de esta mañana con la noticia de que la FAI, la asociación irlandesa de fútbol, le ha pedido a la FIFA que se vuelva a jugar el partido, con el respaldo de Taoiseach Brian Cowen, y los ministros están desesperados por tratar de recuperar la autoridad moral del gobierno, que no es nada popular. Un poco más tarde, una FIFA engreída desestimó la petición de la FAI y respaldó al acosado árbitro sueco, quien, al contrario que el resto del planeta, no logró ver la artimaña de Henry. Mientras tanto, cual una hermosa hipérbole, la portada del Irish Independent culpa de la tragedia económica irlandesa a la estrella del Barcelona, Henry. “El hecho de que la FIFA consienta que el capitán de la selección francesa haya hecho trampas le ha podido costar a nuestro querido país miles de millones en términos económicos, lamenta con rabia el diario irlandés.