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Está escrito en la Biblia, se recoge en la Ley Fundamental alemana y acaba de confirmarlo el Tribunal Constitucional de Karlsruhe: el domingo se descansa. A partir de 2010, los establecimientos permanecerán cerrados los domingos (salvo casi 8 excepciones), incluso en diciembre. De este modo, el tribunal ha dado la razón a la queja interpuesta por la iglesia católica y protestante de Berlín, contra esta excesiva liberalización del domingo en la capital alemana. El diario Frankfurter Rundschau señala que los jueces han justificado su decisión por las tradiciones religiosas, pero también por los derechos sociales y la protección familiar. "Es un aviso dirigido a esta curiosa alianza berlinesa entre la coalición [de izquierda] y los comerciantes: los domingos y los días festivos no se sacrificarán por el consumo y el comercio", indica el diario.
