“¿Puede este hombre salvar Europa?”, se pregunta Time con respecto a Mario Monti. En visita oficial a Washington y Nueva York esta semana, “el hombre más importante de Europa”, tal y como califica la revista neoyorquina al jefe de Gobierno italiano, tiene en sus manos la tarea de evitar que se hunda la zona euro, o incluso la economía mundial, a través de la reorientación económica de su país:
La misión de Monti nos afecta a todos, desde financieros de Wall Street a obreros chinos. Los problemas de Italia se han convertido en los problemas del mundo entero y Monti debe encarrilar Italia para evitar otra crisis financiera mundial […] Aun cuando la crisis de la deuda en Europa lleva más de dos años causando estragos, Italia [cuya deuda pública supera el 120% del PIB] se presenta como la mayor amenaza a la supervivencia de una moneda única muy presionada que, paradójicamente, es demasiado grande para declararse en quiebra, pero también excesivamente grande para ser rescatada. […] Y en el caso de declararse insolvente, provocaría una reacción en cadena que desmantelaría la unión monetaria y pondría en peligro medio siglo de integración democrática.
Del éxito de Monti depende asimismo la economía mundial. Las consecuencias del impago italiano y, lo que es peor, del hundimiento del euro, son prácticamente inimaginables. Italia podría provocar una crisis financiera todavía peor que la desencadenada por la quiebra de Lehman Brothers en 2008. La onda expansiva afectaría a los mercados financieros de todo el mundo, llevándose por delante a los bancos y a las economías nacionales. Una recesión en Europa, donde viven cientos de millones de ricos consumidores, comprometería la recuperación de los Estados Unidos y frenaría los mercados emergentes. El destino de Mario Monti, el del mundo y el de la recuperación mundial están inexorablemente ligados.
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