El 16 de febrero, el Parlamento Europeo decidió someter las últimas leyes aprobadas por Hungría a una evaluación para dilucidar si respetan o no los valores europeos. La resolución, que apoyaron los diputados de izquierda, los ecologistas y los liberales, en contra del parecer de los representantes de derecha, supone “un tortazo para Orbán”, titula Népszava. Para el diario de izquierda,
La pregunta se plantea aunque la versión del Gobierno sea cierta y se trate de un complot de izquierda-liberal: ¿Por qué Hungría está siempre en el punto de mira? […] No hay que olvidar que al adherirnos a la Unión, aceptamos respetar no sólo el derecho comunitario, sino también los valores democráticos. [...] Esta moción no tiene de momento ninguna consecuencia jurídica, y el Parlamento le ha dado tiempo al Gobierno húngaro para que reaccione. Sería conveniente aprovecharlo.
Sin que sea sorprendente, Magyar Hìrlap arremete por su parte con los eurodiputados socialistas húngaros. En un artículo de opinión titulado “Un plato de lentejas”, Zsolt Bayer, periodista miembro del Fidesz, el partido de Victor Orbán, y amigo personal del mismo, se pregunta:
Cómo es posible que exista un grupo comunista en el Parlamento Europeo […] No son mejores que los nazis. [...] El comportamiento de los socialistas húngaros es impensable en cualquier otro país. Por ejemplo, durante las sanciones impuestas a Austria en la época de Haider, el líder del partido socialista austriaco conminó a cesar la cacería emprendida contra su país.