Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE se manifestaron el 28 de febrero a favor de conceder a Serbia el estatus de candidato a la adhesión. Una decisión que se produce como consecuencia del acuerdo de cooperación regional cerrado entre Belgrado y Pristina el pasado 24 de febrero en Bruselas.
Las partes estipularon que en sus relaciones la denominación de "Kosovo" irá seguida de un asterisco en el que se precisa que no se trata de un reconocimiento de la independencia de la provincia. En el diario de Pristina Koha Ditore, el analista Veton Surroi considera que
tras casi un año de negociaciones, este acuerdo apenas modificará la calidad de las relaciones serbio-kosovares. Ambos países no reconocen todavía la legitimidad jurídica del otro. De ahí la necesidad de proseguir con las discusiones hasta que consigan establecer relaciones estables. […] Para Pristina, las negociaciones pueden conseguir eventualmente el reconocimiento por parte de los cinco Estados europeos que todavía no han ratificado su independencia (Chipre, España, Rumanía, Eslovaquia y Grecia) y a la instauración de un nuevo marco jurídico. Pero la indefinición del estatus de Kosovo requiere una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, con acuerdo de Serbia. La UE mostrará a Kosovo la opción europea y prometerá realizar un estudio sobre la viabilidad de su integración (sin llegar a abrir el proceso de un acuerdo de estabilización y de asociación). Serbia, por el contrario, podría obtener el estatus de país candidato a la UE. […]
Bruselas quería ante todo desbloquear el statu quo y a atraer a Serbia hacia la UE, demostrando así su utilidad. Por recapitular, Serbia quería obtener sobre todo el estatuto de candidato y continuar poniendo en tela de juicio la independencia, la soberanía y el normal funcionamiento de Kosovo como nación. Un objetivo que claramente ya ha logrado. Kosovo, por su parte, ha perdido la oportunidad de normalizar la situación. Bien pronto estos países entrarán en la contienda electoral y una fase “normal” de inestabilidad. Las negociaciones de adhesión a la UE de Serbia no podrán iniciarse hasta que la relación política entre Kosovo y Serbia sean claras y estables. Y será Bruselas quien les indique cuándo deberán volver a sentarse de nuevo alrededor de una mesa para desbloquear el statu quo.
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