El gobierno rumano ha anunciado la introducción de un impuesto de la "comida basura" (junk food) que serviría para financiar el sistema de salud y luchar contra el incremento de la obesidad. La medida, que debería entrar en vigor a partir del mes de marzo, ha suscitado una viva polémica. [Evenimentul zilei considera](http:// www.evz.ro/articole/detalii-articol/881790/Taxa-pe-fast-food-dauneaza-sanatatii-si-buzunarului) que para que sea eficaz, el impuesto "debería estar apoyado por una campaña educativa y acompañada de una disminución de los precios de los alimentos sanos". Existe también el riesgo de que aumente el número de los establecimientos de comida rápida que no cuentan con licencia sanitaria (casi la mitad), "los cuales no respetan necesariamente los estándares de calidad e higiene que se les exigen a las grandes cadenas", lo que podría traer aún peores consecuencias sobre la salud de la población. [Romania libera, por el contrario](http:// www.romanialibera.ro/actualitate/a174012-cercetatorii-de-la-oxford-taxa-pe-fast-food-ar-putea-salva-mii-de-vieti-anual.html), considera que la reducción forzosa del consumo de comida basura "podría salvar miles de vidas", en un país que se enfrenta al mayor incremento en el consumo de hamburguesas, bebidas gaseosas, snacks y golosinas de Europa central y oriental y en el cual un cuarto de la población sufre de obesidad.
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