Nada que discutir. Esa es la razón por la cual los 81 senadores checos han decidido no volver a sus puestos de trabajo después de las fiestas. "La Cámaraalta no ha sido suprimida, los legisladores simplemente han decidido posponer todas las discusiones hasta el mes de marzo", escribe en portada Lidové Noviny, denunciando el hecho que estos tres meses de "vacaciones de invierno" serán "generosamente pagadas", lo que según la estimación de este periódico de Praga, significa un incremento de un millón de euros en el déficit presupuestario, que asciende ya a 7.300 de millones de euros.
"No tenemos nada sobre la mesa, porque estos últimos meses el Parlamento no ha discutido de otra cosa que no sea la inmortalidad del cangrejo", explica el presidente del senado Premysl Sobotka. Trece años después de su creación, la Cámara alta checa es percibida como "un hijo no deseado", se lamenta Lidové Noviny.