"Los polacos temen la energía eólica alemana” informa el FinancialTimesDeutschland. El diario de Hamburgo explica que después del paro de ocho centrales nucleares hace un año, tras la conmoción que provocó la catástrofe de Fukushima, el sur del país, especialmente ávido consumidor de energía porque está altamente industrializado, ha venido sufriendo de escasez en el suministro de electricidad. Es en el norte de Alemania donde se encuentran los molinos de viento que deben proporcionar la energía necesaria.
El único problema es que los días en los que sopla fuerte el viento la red energética norte-sur se satura y la electricidad se redirige automáticamente hacia el Este, hacia Polonia y República Checa. Las redes de estos dos países también se saturan porque están diseñadas para flujos estables y continuos. Polonia prevé instalar desfasadores en la frontera para recibir únicamente la electricidad que necesite. De ser así, los alemanes deberían interrumpir el funcionamiento de sus molinos de viento y, para subsanar la falta de energía en el sur del país, importar de Francia energía nuclear...
El problema se agravaría si la República Checa siguiese el ejemplo de Polonia para proteger su red, concreta el FTD. Pero, por el momento, este pequeño país, que es uno de los principales exportadores de energía de la UE, prevé invertir 2.500 millones de euros en desarrollar su propia red.