“Veredicto previsible: sin depuración en Rumanía”, resume el diarioRomânialiberă, tras la decisión del Tribunal Constitucional, que, por segunda vez, ha confirmado que la leyque excluía a los antiguos mandos del Partido Comunista de ocupar cargos públicos contraviene la Constitución.
Como en 2010 se declaró por primera vez inconstitucional, la ley se reformuló en febrero de 2012 a instancia del partido en el poder, el Partido Demócrata-Liberal. El Parlamento la aprobó acto seguido.
“Aunque la sociedad civil la reclamaba con insistencia y los políticos en periodo electoral también la apoyan, la ley todavía corre el riesgo de quedar definitivamente enterrada”, lamenta el România liberă. No resulta sorprendente, ya que en su nueva redacción la ley hace referencia a los antiguos fiscales. “Puede que entre ellos también estén incluidos los actuales jueces constitucionales…”, apunta el diario.