Dilema Veche aporta un primer balance sobre las directivas de igualdad racial y de igualdad de género en los centros de trabajo, tres años después de su adopción por parte de la Comisión europea. Tales directivas están destinadas a “ofrecer a cada ciudadano de la Unión europea un nivel mínimo de protección legal contra cualquier tipo de discriminación”. El semanario da cuenta que “Rumanía concentra no pocos ejemplos negativos”: episodios de intolerancia relacionados con la orientación sexual y a la discriminación de género en los centros de trabajo, además de que en el seno mismo de la UE los rumanos son también discriminados, hasta el punto que el semanario se pregunta si los rumanos “tienen las mismas oportunidades que el resto de europeos”. Dilema Veche, cita al eurodiputado Cristian Preda, quien considera que en Europa, “las barreras en el mercado laboral aún no han desaparecido para los rumanos y las barreras étnicas perjudican mucho a los ciudadanos de etnia gitana”.
Live | IA, medios de comunicación y democracia: ¿una ecuación imposible?
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