Andrei Sannikov, uno de los presos políticos más importantes de Bielorrusia, fue puesto en libertad el pasado 14 de abril y, según relata The Independent, salió de uno de los "campos de prisioneros gulag” más conocidos del país.
Sannikov, un ex viceministro de Asuntos Exteriores, y uno de los candidatos más populares de la oposición a Alexander Lukashenko en las elecciones presidenciales de diciembre de 2010, fue arrestado tras las protestas que reivindicaban que se había producido un fraude electoral en los comicios en que el presidente Lukashenko revalidó su cuarto mandato por un margen sospechosamente alto. Posteriormente se le condenó a cinco años de trabajos forzados por haber participado en "revueltas masivas".
En una entrevista concedida al diario londinense, Sannikov describe en qué condiciones ha vivido durante los 18 meses que ha estado encarcelado. Ya había acusado a los servicios secretos de Bielorrusia, el KGB, de tortura y añade que
La mayor parte del tiempo se me mantenía en aislamiento pero cuando me trasladaron a la última prisión estaba prohibido hablar conmigo. Si alguien me dirigía la palabra, y no me refiero a que mostrase su apoyo hacia mi causa o a que manifestase algún tipo de solidaridad, se le trasladaba inmediatamente a un confinamiento en peores circunstancias o se le enviaba a otra institución.
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La liberación de Sannikov, así como la de su asistente político, Zmitser Bandarenka, se debe en parte a la decisión de estos de pedir el perdón presidencial, según señala The Independent
Esto permite al régimen de Minsk enfatizar que ellos han admitido su culpa y reforzar que las autoridades se han mostrado magnánimas al liberarlos.
Sin embargo, en ciertas instancias este gesto se aprecia como un éxito de la presión ejercida por los diplomáticos europeos, incluyendo las prohibiciones de viajes y la retirada de embajadores. Aún así, Sannikov ha “desaconsejado que Europa realice concesiones al régimen hasta que éste no libere a los presos políticos [que se cuentan por centenares]”, cita el diario londinense.