¿Será Chipre el próximo Estado en recibir ayuda del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF)? La respuesta depende en parte de un elemento nuevo y que molesta a la Unión Europea, indica Le Monde: Nicosia "lleva a cabo negociaciones paralelas para obtener una fuente de financiación diferente":
Mientras que la Unión se prepara para desbloquear un colchón de 10.000 millones de euros -más de la mitad del PIB de Chipre- y el país se prepara para asumir el 1 de julio la presidencia rotatoria de la UE, la iniciativa chipriota de escapar de un plan europeo irrita.
"Es una segunda opción, que goza del beneplácito del Gobierno y que implica la participación de un tercer Estado, a saber, Rusia", explica el periódico francés. Aunque las razones de esta elección sean conocidas, los europeos critican el doble juego de Nicosia, que contempla al FEEF como un último recurso.
Chipre teme recibir, junto con el dinero, una visita de la "troika". [...] Más que temer que el impuesto de un 10% a las sociedades, el más bajo en Europa, sea cuestionado, Chipre teme a las medidas de austeridad.
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Le Monde recuerda que Rusia presta especial atención a la salud económica de la isla mediterránea.
"Moscú tiene interés, sobre todo, en generar un clima financiero más tranquilo en el territorio: Chipre es el principal inversor del mundo en Rusia debido a los capitales rusos que entran a la isla para beneficiarse de los acuerdos fiscales entre los dos países y que luego son repatriados."