El plan de ayuda que los países de la zona euro y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han decidido otorgar a Grecia con el objetivo que ésta sanee su abultada deuda pública, no tendrá otro efecto que el de posponer un tiempo la hora de la verdad para Atenas y para el euro, opina The Economist, para quien "las previsiones a medio plazo sobre la deuda griega son bastante más sombrías que lo que el gobierno griego y la UE quieren admitir". El semanario económico ha calculado que, efectivamente, "incluso con las medidas fiscales iguales al 10% del PIB sobre cinco años, Grecia necesitará nuevos préstamos en el largo plazo o bien reestructurar su deuda". Se trata en este caso del escenario más optimista, subraya The Economist, que opina que los próximos tres años serán cruciales para Atenas, pero también para "las otras economías vulnerables de la zona euro": Portugal, España e Italia. Estos países deben "aprovechar los próximos años para convencer a los mercados de que ellos no son como Grecia" y proceder a aplicar las reformas necesarias, ya que "ni la UE, ni el FMI podrían de ninguna manera permitirse" nuevos rescates financieros.
Live | IA, medios de comunicación y democracia: ¿una ecuación imposible?
con
El evento >