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"La policía no reparó en los extremistas", ironiza SME en su editorial. El 23 de mayo en Bratislava, 500 personas que participaban en el primer día del orgullo gay organizado en Eslovaquia fueron agredidas por cabezas rapadas. A los gritos de "desechos", "maricones" o "Eslovaquia no os pertenece", unos 80 extremistas se enfrentaron físicamente a los manifestantes que simpatizaban con los homosexuales, lanzándoles huevos, piedras y gas lacrimógeno, tal y como señala el diario, que considera que la policía "no hizo lo suficiente para proteger a los participantes en el desfile". Varias personas resultaron heridas. "El ministro de Interior Kaliňák ha aprovechado estos últimos días en el gobierno para desacreditarse una vez más", destaca SME, recordando las elecciones legislativas del próximo 12 de junio.
