"Se suponía que las pruebas de resistencia servirían para demostrar la estabilidad de los bancos europeos. En lugar de ello, revelan despiadadamente la impotencia de la autoridad bancaria europea", constata el diario Frankfurter Rundschau. Sin embargo, la primera conclusión que han sacado de la crisis de 2008 los políticos y los banqueros es la necesidad de reforzar esta autoridad.
Es evidente que, con 25 empleados y pocos derechos de intervención, el Comité Europeo de Supervisores Bancarios (CEBS), la autoridad bancaria europea, se ha visto "sencillamente desbordado por esta tarea hercúlea" que consistía en evaluar a 91 bancos. Según el diario de centro-izquierda, lo peor es que las autoridades bancarias nacionales han abandonado. La autoridad alemana de los servicios financieros envió una nota a las 14 entidades implicadas, en la que solicitaba a sus dirigentes la estimación de la parte de capital propio que necesitarían para superar la prueba y obtener una tregua en los mercados.
"Se pregunta a la ranas cómo secar el pantano", se rebela el diario, que cita a expertos según los cuales sería mejor abandonar la ambición de reforzar los poderes del CEBS y encargar a las autoridades nacionales la evaluación de los bancos, ya que se encuentran más cerca de éstos.