"Bajo el fuego de la Justicia”, titula Die Kleine Zeitung. Desde el pasado 26 de noviembre, Ernst Strasser, antiguo eurodiputado y exministro del Interior austriaco está inmerso en un juicio en el que se le acusa de corrupción. En 2011, durante su mandato en Bruselas, dos periodistas del Sunday Times le grabaron con cámara oculta cuando, haciéndose pasar por miembros de un grupo de presión, negociaron pagarle una cantidad para que Strasser tratase de influir en textos legislativos europeos. El eurodiputado pidió 100.000 euros anuales por sus servicios. El diario señala que, según el fiscal austriaco,
el dinero era más importante para él que su integridad. La mayoría de los 60 delegados con los que los dos periodistas británicos lo intentaron – salvo Strasser, un eurodiputado esloveno y otro rumano – no aceptaron.
Sin embargo, Strasser se considera inocente. Su abogado asegura que, al hablar de dinero con los periodistas, pretendía “dar a conocer un complot contra su persona, eventualmente gestionado por un servicio secreto”, escribe Die Presse, que tilda la transcripción de las conversaciones con Strasser publicadas en el Sunday Times de “un gran testimonio de arrogancia, de megalomanía, de altanería y de ausencia de escrúpulos”. Strasser se expone a 10 años de prisión.