“Periódicamente machacadas por ser una de las causas de la crisis, las agencias de calificación van a tener que cumplir nuevas obligaciones en Europa”, recoge Les Echos el día siguiente a que el Parlamento Europeo y el Consejo llegasen a un acuerdo con respecto a la nueva directiva para encuadrar la actividad que realizan.
El diario económico, sin embargo, considera que las medidas adoptadas son “un claro retroceso en cuanto a las propuestas iniciales de la Comisión Europea”.
Les Echos precisa que
En lo relativo a las deudas soberanas, el texto prevé que las agencias únicamente podrán cambiar las calificaciones no solicitadas por los Estados como máximo tres veces al año y en fechas que se hayan comunicado previamente. Lejos de las propuestas iniciales de Michel Barnier, el comisario de Mercado Interior, que de entrada pretendía prohibir lisa y llanamente las notas para los países que reciban ayuda internacional. De la misma manera, el Ejecutivo europeo quería imponer que los Estados y las empresas cambiasen obligatoriamente de agencias de calificación cada tres años, para estimular la competencia. Pero incluso en esto tampoco se ha seguido fielmente la propuesta, ya que la rotación se limita exclusivamente a ciertos productos.
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El texto también prevé un “régimen europeo de responsabilidad civil para responder ante fallos intencionados o en caso de negligencia grave”. Se prohíbe a los inversores que tengan más del 5% del capital de dos agencias diferentes, para tratar de evitar los conflictos de intereses.