"¿Corre el riesgo Milán de perder la Expo?", se pregunta Il Post, tras las revelaciones según las cuales la capital económica, presa de los "retrasos en los proyectos de infraestructuras, las polémicas sobre las concesiones de puestos, los conflictos entre las colectividades locales y las infiltraciones del crimen organizado en los procesos de licitaciones", piensa en renunciar a la organización del evento. Sería una humillación para Milán, pero sería más fácil de digerir que el hecho de no estar preparada el día de la inauguración. El ayuntamiento se muestra tan preocupado, añade el diario económico Italia Oggi, que Ankara ha propuesto tomar el relevo (Esmirna había perdido ante Milán en la carrera de la organización de la Expo 2015) y pagar a la ciudad, muy endeudada, una importante contribución financiera.
Live | IA, medios de comunicación y democracia: ¿una ecuación imposible?
con
El evento >