"Los pueblos hermanos" están "divididos a causa de los inmigrantes", titula el periódico Jyllands-Posten, en cuya portada la sueca Pippi Calzaslargas (protagonista de una serie infantil de los años 70) extiende su mano a un extranjero de piel morena, mientras que la "Madre Dinamarca" observa la escena horrorizada. Así presenta este periódico su particular resumende un estudio sobre las actitudes de los daneses y los suecos frente a los extranjeros y la inmigración. Según esta encuesta, la primera de este tipo que se hacen conjuntamente, el 65% de los suecos tiene una opinión positiva de la inmigración de los últimas décadas, frente a un 50% de los daneses. Un 20% de los suecos percibe la inmigración (mucho más importante en Suecia que en Dinamarca) como un fenómeno negativo, siendo este porcentaje de más del doble en Dinamarca. Finalmente, un 47% de los suecos no consideran al Islam como un problema, frente a un 20% de los daneses que sí lo cree. La diferencia de actitudes se explicaría porque "los suecos consideran que todas las personas tienen el mismo valor" y "rechazan discutir los problemas de minorías", concluye el periódico.
Live | IA, medios de comunicación y democracia: ¿una ecuación imposible?
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