“Ahora ya hay dos casos de carne de caballo en Europe”, indica el diario belga, tras el descubrimiento de trazos de fenilbutazona, un anti-inflamatorio prohibido, en osamentas de caballo provenientes del Reino Unido y exportadas a Francia.
Este episodio pone en evidencia el fracaso de las autoridades locales en materia de control sanitario. En Francia,el ministro de Agricultura ha retirado los permisos sanitarios a la empresa Spanghero, que estaba al corriente de que revendía la carne de caballo como carne de vacuno, y que recibía aquella con la etiqueta aduanera correspondiente.
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